El bulevar absorberá en verano de forma provisional el tráfico entre La Quinta y La Cartuja

R. TRAVESÍ / Burgos

Las obras del bulevar discurren, en la actualidad, a lo largo de tres kilómetros entre la calle del Carmen y Fuente Prior en los tramos 3 y 5 con el necesario ritmo de actividad para estar operativo en marzo del año próximo.La apertura al tráfico será en esa fecha pero antes en verano se pondrá en servicio, de forma provisional, un pequeño tramo de la futura avenida que transcurrirá desde la carretera de Cortes hasta la zona del Vivero Municipal, para dar servicio a los vehículos en dirección a Cardeñajimeno y Carcedo.

Una carretera que será la alternativa al corte de la antigua carretera de La Cartuja (BU-802) y permitirá el derribo del actual puente que salvaba las vías del tren. Será una actuación importante puesto que conllevará el rebaje de los terraplenes junto a la curva y la construcción de una glorieta, que supondrá el final del tramo 5 del bulevar y el inicio del tramo 9 hasta Pentasa, concretamente en la calle La Demanda, y que gracias a un puente permitirá la conexión de Fuentes Blancas con Gamonal y Capiscol, al tiempo que será una alternativa al tráfico para sortear la Plaza del Rey.

El proyecto del estudio de arquitectura de  Herzog y De Meuron contempla que la última parte del Paseo de la Quinta sea peatonal y forme parte del tramo 13. Una actuación que obligará a desviar el tráfico por el bulevar.

Hasta que lleguen los meses de verano, la Unión Temporal de Empresas (UTE) que forman Jopisa, Palsa-Arranz y Contratas y Maquinarias trabaja en la zona más céntrica y sur de la ciudad. El 23 de febrero marcó el inicio de los trabajos del bulevar con el derribo de los muros que encajonaban la antigua línea férrea y ya se ha ejecutado el 25% de la obra gracias al más del centenar de empleados que está sobre el terreno en los tramos 3 (El Carmen-Las Casillas) y 5 (Las Casillas-Fuente Prior), con un coste de 20,2 millones de euros. Los trabajos se han centrado en el movimiento de tierras, la colocación de las redes de saneamiento, abastecimiento, energía eléctrica y telecomunicaciones -previo al desvío de la fibra óptica-. En la zona de Rivalamora, se ha consolidado el terreno con muros de manpostería de grandes dimensiones para absorber el desnivel de topografía.

Mientras prosiguen los trabajos a pie de obra, un grupo de operarios se ha centrado en las dos últimas semanas en el tramo prototipo, instalado en una cuadrícula en las huertas del Hospital de la Concepción. Ha sido el banco de pruebas, previo al inicio de la ejecución de las unidades de obra, que ayer visitaron dos miembros del estudio de Herzog y De Meuron. Acompañados del alcalde de Burgos, Christine Binswanger y Mikel Rodríguez comprobaron que los elementos colocados allí  coincidan con los plasmados en el proyecto, tales como el pavimento     -que huye de las típicas baldosas-,  bordillos, acabados de los muros, cerramiento o el diseño de las paradas de transporte público.  

Juan Carlos Aparicio confirmó que los primeros tramos del bulevar no se verán afectados por los recortes presupuestarios, puesto que la financiación está garantizada en 50 millones de euros y ya está contemplado por el Consorcio del Desvío Ferroviario.