SEGURIDAD CIUDADANA
Roban en menos de un mes en seis casas parroquiales y lo intentan en otras dos
Son domicilios de los párrocos de iglesias en los arciprestazgos de Roa y Arlanza. Los dos últimos, este martes en Villalmanzo y Torresandino, y lo intentaron en Lerma
BurgosLos delincuentes la han tomado con las casas parroquiales de los arciprestazgos de Arlanza y de Roa, y en localidades cercanas de Segovia. En poco menos de treinta días han robado en seis casas parroquiales y lo han intentado en otras dos, además de en el convento de las Madres Clarisas en Lerma. Lo sustraído: dinero - tanto de las parroquias como de los sacerdotes- y ordenadores portátiles. También han robado en las casas de los párrocos en las localidades segovianas de Boceguillas y Carabias.Los dos últimos robos ocurrían este martes en las casas parroquiales de Torresandino y de Villalmanzo. También lo intentaron en el Convento de las Madres Clarisas, en Lerma, aunque desistieron al no poder forzar una puerta de acceso. Al parecer, y según algunos de los sacerdotes, los autores de estos asaltos son jóvenes y españoles.En los dos últimos actuaron de forma similar. En Torresandino forzaban la puerta de entrada sobre las diez y media de la mañana. El párroco, José Luis Corral -que atiende a las iglesias de Torresandino, Pinillos de Esgueva, Terradillos de Esgueva y Villatuelda-, daba clases en un centro educativo. El sacerdote fija ese horario porque unos testigos recuerdan un vehículo aparcado, a esa hora, a la puerta de la casa parroquial.«Entraron en la casa y salieron rápido», señala. El sacerdote se percataba del robo al regresar a su domicilio, sobre las dos menos cuarto de la tarde. «Noté algo raro y cuando fui a buscar el dinero ya no estaba», indica. Corral está convencido de que los ladrones «sabían que en la casa no había nadie».A la casa parroquial de Villalmanzo entraron al mediodía tras forzar una de las dos ventanas del salón; las únicas sin verja. El domicilio del párroco del pueblo -que oficia además en Castrillo Solarana, Nebreda, Quintanilla del Coco, Revilla Cabriada, Solarana, Tejada y Villoviado- ocupa una planta baja y un primer piso en un edificio frente a la iglesia.«Entraron tras abrir la doble hoja y levantar la persiana», indica Fernando García Cadiñanos, el párroco. Aprovecharon la hora de comer. A pesar de que revolvieron en su despacho no se esforzaron apenas para hallar lo que buscaban. Una cantidad de dinero estaba sobre una mesa camilla y otra en una balda bajo la de trabajo. También se llevaron un ordenador portátil, cuya batería se cargaba sobre la mesa y que, incluso, guardaron en su maletín. Sobre la mesa quedaba una memoria externa -que no vieron o, quizá, tampoco les interesó- y, en una esquina, otro ordenador portátil «estropeado».El dinero sustraído procedía de la colecta de Cáritas, por los abonos de las comuniones y otra cantidad destinada al pago de una excursión con feligreses de la zona. Otra cuantía era propiedad del sacerdote. Los autores del robo no tocaron los volúmenes que se apilan en una librería ni tampoco se percataron de una cámara fotográfica. La televisión, un receptor de señal TDT y un aparato para reproducir dvd’ s nada interesaron a los ladrones.García Cadiñanos lamenta, sobre todo, la sustracción del ordenador, del dinero de la parroquia y del que guardaba para abonar el coste de la excursión. «Se llevan el ordenador con toda la información que guardas y es un fastidio», señala. Los autores del robo tuvieron cuidado: forzaron la ventana sin causar daños. El párroco denunció el robo ayer por la mañana en el Cuartel de la Guardia Civil de Lerma.Ese mismo día intentaron forzar uno de los accesos al convento de las Madres Clarisas. Como no consiguieron su objetivo, los ladrones desistieron. Los hechos se pusieron también en conocimiento de la Benemérita en la Villa Ducal.eHontangas. La entrada en la casa parroquial ocurría hace veinticinco días. Según el párroco, Carlos Cristóbal, rompieron una puerta en la parte trasera para acceder al inmueble. «Se llevaron un par de euros y dejaron monedas de cincuenta, veinte y diez céntimos de euros; no se llevaron más», señala. Todo ocurría sobre las once de la mañana. Unos individuos preguntaron poco antes en el pueblo por la casa del sacerdote.eLa Horra. Los ‘cacos’ entraron alrededor de la misma fecha en la casa parroquial de La Horra, que pertenece al Arciprestazgo de Roa. El párroco, José María Mínguez, lo es también de La Aguilera y de Sotillo de la Ribera. De la casa se llevaron un ordenador portátil, una PDA y dinero. Mínguez avisaba a otros sacerdotes de la zona de la existencia de estos ladrones