El combinado festivo de los Jóvenes de Gamonal gana el concurso de carrozas

L. B. / Burgos

«Por el conjunto de la estética, la factura, la integración de diferentes elementos festivos de la ciudad. Por el trabajo en equipo llevado a cabo con impecable calidad y la inclusión de personajes con cuidada caracterización». Por todas estas razones el jurado consideró que la propuesta de la peña Jóvenes de Gamonal, titulada 'Fiestas' y diseñada pro Fernando Ibáñez, debía recibir los 6.000 euros y el estandarte que la acreditan como ganadora del concurso de carrozas de la cabalgata de San Pedro y San Pablo. Lo anunciaba el edil responsable de Festejos, Diego Fernández Malvido, minutos antes de que la 'comitiva' multicolor que integra el tradicional desfile alcanzará la tribuna ubicada junto al cruce entre las calles Vitoria y San Lesmes tomada por autoridades y reinas mayores e infantiles de las distintas agrupaciones locales.

Jóvenes de Gamonal remataba así una edición de San Pedro y San Pablo que iniciaban con la alegría de aportar a la reina infantil de las fiestas, Paula Benito, engalanada ayer para la ocasión junto a la reina mayor de 2010, Sara Nogal, a quien sus compañeros de Trébede Grupo Tradicional, dedicaron un baile a su paso por el palco.

El listado de galardones lo completaron la carroza de la peña Real y Antigua de Gamonal en honor a 'Alicia en el país de las maravillas', que se llevó el segundo premio dotado con 5.000 euros; la diseñada por Nicolás Atapuerca para el Club Victoria Nido, titulada 'Fantasía', cuyo tercer puesto le valió embolsarse 4.000 euros; la apuesta del Centro Cultural Mexicano bautizada 'El faro del Caribe', que al igual que el resto de premiadas recibiría 2.000 euros; la peña Antonio José La Tarasca, en quinta posición por la idea 'Aprende con diversión; la peña Colón y su singular recreación del mundo de Bob Esponja; y la peña Los Gamones, que escogió el movimiento para su diseño 'Buscando aparcamiento'.

Precisamente, estos últimos protagonizaron una de las estampas simpáticas de la mañana. Y es que el 'guardia urbano' que acompañaba su desfile se lanzó a poner una multa al mismísimo alcalde.

Lágrimas, caramelos y más

Por lo demás, la cabalgata transcurrió como suele, es decir, salpicada de guiños, lágrimas de las reinas emocionadas al recibir el cariño de sus compañeros, tragos de bota, alguna copa de champán, ritmos de charanga (el Burgalesa se coronaba como éxito de la mañana), pañuelos al vuelo, vehículos curiosos, caramelos lanzados con más o menos acierto, incluso chocolatinas, insectos y monstruos teatrales (pocos, la verdad, pero grandes, muy grandes), confeti y serpentinas.

Todo ello concentrado en las cerca de dos horas que se prolongó el pasacalles festivo integrado por medio centenar de agrupaciones -entre peñas, asociaciones y grupos de danzas- y encabezado, como manda la tradición, por Gigantillos, Gigantones, Danzantes y la Banda Ciudad de Burgos.

El remato lo pusieron a golpe de claxon los ejemplares del Club 600 de Burgos.