Castella corta tres orejas y muestra su sello de figura

IÑIGO CRESPO / BurgosEl  primer triunfo severo del ciclo lo firmó ayer Sebastián Castella. Tres orejas para el de Beziérs con sítio de las figuras de primera línea. Comprometido, riguroso, firme. Con dos toros de distinta condición e incluso distinto estilo de Antonio Bañuelos, Castella puso sobre la mesa un toreo despacioso, de puro ritmo, resuelto en los medios y pasándose los pitones de sus oponentes por los muslos.Ambas faenas tuvieron un denominador común: no hubo toreó de cercanías. Al contrario, las dos tuvieron  el patrón del muletazo largo.A la noble corrida de Bañuelos le faltó raza para terminar de rebosar la buena condición de la mayor parte de los animales. Del conjunto, destacó ése quinto y especialmente el sexto, el animal que más profundidad tuvo en la muleta.Alejandro Talavante había tirado de corazón frente a un desrazado tercero, que se empleó poco. En cambio, al sexto le cuajó una faena que tuvo momentos de torera inspiración. Dejó una estocada al tercer viaje y paseó una  oreja.El Cid fue volteado frente al deslucido primero, sin consecuencias. Y al cuarto le cortó una oreja. El toro tuvo bondad y celo. El de Salteras administró con limpieza y temple su justo fondo y se gustó en un par de series sobre la mano derecha. Cortó una oreja tras una estocada que necesitó un golpe de descabello.