COOPERACIÓN
Síndrome de Down ve una puerta abierta al mundo laboral
Caja Rural dona 13.000 euros para que las personas con discapacidad intelectual sean autónomas y puedan trabajar
MIRIAM ELVIRA / BurgosEncontrar un trabajo en los tiempos que corren se puede convertir en una auténtica odisea y más si se trata de una persona con Síndrome de Down, que siempre se encuentra con más obstáculos en el camino. Sin embargo, ayer vieron más cerca su objetivo gracias al convenio que firmó la asociación con Caja Rural de Burgos, por el que ésta se comprometió a donar 13.000 euros para impulsar la integración laboral de las personas con discapacidad.La cantidad recibida irá destinada a la promoción de la autonomía personal, es decir, a financiar un conjunto de recursos humanos, técnicos y físicos, que permitan a las personas con Síndrome de Down alcanzar la independencia suficiente para ocupar un puesto de trabajo.Con este año, es el tercero consecutivo que Caja Rural colabora con esta asociación, a la que ya ha aportado una cantidad de 26.000 euros. Es más, se comprometió a seguir haciéndolo durante más años porque «se trata de personas que nos han enseñado que no son inferiores a las demás, sino muy superiores, porque tienen una ternura, unos valores humanos, una forma de ser y un cariño que les hace estar muy por encima de los demás seres que están llenos muchas veces de maldad», afirmó el presidente de Caja Rural de Burgos, Pedro García Romera. Con la donación de este año, también pretenden reconocer la labor desempeñada por la asociación en sus 25 años de trabajo.Centro Prelaboral EstelaSin embargo, tras la celebración de su aniversario hace unas semanas, Síndrome de Down mira ya hacia el futuro. Uno de sus planes más inmediatos es la inauguración del Centro Prelaboral Estela, que tendrá lugar el próximo día 15 de septiembre, aunque se encuentra en funcionamiento desde el año pasado. Este servicio de promoción se desarrolla en cinco áreas: autonomía, vida prelaboral, habilidades artísticas, habilidades adaptativas instrumentales y cultura y formación física, deporte y ocio.«Se trata de enseñarles las labores propias de una casa, como pueden ser planchar, lavar o utilizar los pequeños electrodomésticos, pero también mostrarles los perfiles profesionales y ayudarles a que aprendan a manejar los ordenadores, teléfonos móviles, fotocopiadoras, impresoras o cualquier aparato propio del mundo laboral», apostilló el presidente de Síndrome de Down de Burgos, Luis Ángel del Val.Este aprendizaje se va a llevar a cabo en espacios muy diversos como talleres, aulas, cocinas o comedores, de los que disponen desde hace unos años. Lo cierto es que, aunque la asociación empezó trabajando con unos recursos muy limitados, cuenta actualmente con 24 profesionales y atiende a 84 familias frente a las seis iniciales. «Merece la pena volcarse con este tipo de asociaciones, por lo que siempre que podamos lo seguiremos haciendo», concluyó García Romera.