Detenido un tercer implicado en el homicidio del vendedor chino en Lerma

Burgos

La Guardia Civil ha detenido a una tercera persona implicada en el homicidio de un vendedor chino el pasado mes de marzo en Lerma. Agentes del Instituto Armado que se encontraban realizando gestiones en Benetússer (Valencia), han detenido a X.Y., de 21 años, por encontrarse reclamado por orden de un Juzgado de Lerma, por estar presuntamente implicado en el homicidio de Hainsheng Cheng, cuyo cuerpo fue hallado maniatado en su domicilio de la villa ducal el pasado 24 de marzo.

 

El pasado mes de mayo, la Guardia Civil detenía a C.F., de 24 años, y L.X., de 26 años, por supuesta implicación en la muerte violenta del comerciante chino, en la operación ‘Bazar’, desarrollada en una nave de un polígono industrial de Illescas (Toledo) y en la que participaron 44 personas. Las investigaciones iniciadas en marzo por la Guardia Civil se centraron en una posible deuda contraída por el vendedor chino al adquirir material del almacen en el que se detuvo a los otros implicados.

La falta de referencias -el ciudadano chino asesinado vivía sólo y no tenía contacto con nadie- complicaban las averiguaciones, para las que fue necesaria la colaboración de la embajada china y la ayuda de hasta diez intérpretes.El establecimiento que regentaba el vendedor chino, que apareció revuelto y de donde se llevaron las cámaras de seguridad, fue el punto de partida de las pesquisas. Dos meses de investigaciones dieron como resultado. Tras una labor de seguimiento, se decidió entrar en la nave la madrugada del 13 de mayo con el apoyo del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), con sede en Valdemoro, al no tener constancia exacta del número de personas que pudiera haber en la nave.

Una vez dentro, los agentes localizaron y detuvieron a los dos ciudadanos chinos, los únicos que había en la nave en ese momento. Durante el registro, que se prolongó durante cerca de cuatro horas y media, los investigadores pudieron comprobar que los dos detenidos dormían y vivían en el almacén en unas condiciones «deplorables», según indicó la subdelegada, Berta Tricio. Su ‘dormitorio’ era una litera escondida detrás de unos palés ubicada sobre la oficina. No salían de la nave. Solamente, uno de ellos lo hacía para comprar en un supermercado cercano. En el registro se intervinieron dos CPUs, cuatro ordenadores portátiles, tres memorias USB, cinco móviles, más de 10.000 euros en metálico ocultos bajos unos colchones de la litera donde dormían, así como numerosísima documentación que los investigadores siguen analizando.