Los vendedores ambulantes se asocian para defender su labor
El colectivo busca así unir sus fuerzas frente a la amenaza de la ley 'Bolkestein'
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L. B. / Burgos
Los vendedores ambulantes de Burgos tienen claro que la unión hace la fuerza. Así lo esperan. Por esta razón decidían crear una asociación con la que hacer frente común a la amenaza que supone la obligada aplicación de la normativa europea de comercio conocida como directiva Bolkestein. El único objetivo es «mantener nuestro puesto de trabajo, nuestro medio de vida», explica el presidente de la recién registrada Asociación de Vendedores Ambulantes de Burgos, Enrique Jiménez.
Por el momento, la agrupación suma 16 socios pero todos los vendedores que cada miércoles, viernes y domingo levantan sus puestos en distintos puntos de la capital burgalesa han expresado a los promotores de la iniciativa su deseo de formar parte. Así hasta un total de 120 vendedores -«y sus respectivas familias», subraya Jiménez que destaca la importancia de su labor como sustento de un importante colectivo-, tendrán una sola voz. Además, este nuevo paso «exigirá más responsabilidad a los vendedores en el cumplimiento de sus deberes», apunta.
Con todo, el presidente de la asociación reconoce que cuenta con el apoyo firme de la Concejalía de Comercio. De hecho, la creación de esta entidad surgía en uno de los muchos encuentros mantenidos entre los representantes de ambas partes para estudiar posibles estrategias dirigidas a minimizar el impacto de la citada directiva.
En este sentido, la existencia de una organización que agrupe a todos los vendedores podría facilitar los trámites de renovación de permisos y salvaguardar, sin sobresaltos, la continuidad de su actividad.