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ELECCIONES

PP y PSOE abren la precampaña de 2011 con la mirada puesta en 2012

Con la incógnita de los candidatos de las dos grandes formaciones políticas despejada, restan los de otros actores políticos que tienen posibilidades

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Burgos

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BURGOSEl PP burgalés tiene muy claro que en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo de 2011 se juega mucho más que el gobierno de muchos municipios, de la diputación y de la Junta de Castilla y_León; los populares se juegan lograr un resultado que sea apabullante y que deje tocado al PSOE para la siguiente cita, ni más ni menos aquella que, a juzgar por las maniobras de ambos partidos, es determinante para el futuro de  las dos formaciones.Candidaturas en el cien por cien de los municipios es la consigna de Rajoy, sabedor de que, aunque sea difícil extrapolar los resultados, sumar los votos puede ser la mejor encuesta para saber de verdad cuál es la opinión del país tanto sobre el Gobierno de Rodríguez Zapatero como sobre su propia labor oposición. Este fue el argumento de la reunión que el presidente del PP burgalés, César Rico, mantuvo con todos los presidentes comarcales en la tarde noche de ayer.Lo de poner fecha al anuncio de los cabezas de lista a los distintos municipios era ayer una cuestión menor y de hecho en la práctica ha quedado pospuesta unos cuantos días más, con toda probabilidad  hasta después de las fiestas navideñas: eso sí,  salvo que, por ejemplo en Aranda, los acontecimientos y las tensiones internas precipiten el anuncio del cabeza de lista.Del mismo modo, el PSOE también ha puesto el punto de mira en la misma fecha, 22 de mayo de 2011, y también con similar fin, es decir obtener un resultado que impida a sus bases caer en una depresión y, como consecuencia, al año siguiente sea imposible movilizarlas para que acudan a votar en bloque en las generales. Los socialistas comenzaron un poco antes que los ‘populares’, que esperaban a conocer la decisión de Juan Carlos Aparicio para dar el ‘pistoletazo de salida’.José María Jiménez, secretario provincial del PSOE, reunió ya el sábado 11 de diciembre a los alcaldes y portavoces del partido en los ayuntamientos para exigirles trabajo y marcar las pautas de cómo debe ser la campaña electoral._El mismo día, Jiménez almorzó con los secretarios generales comarcales para trasladarles la importancia de la actual precampaña electoral. Eso era lo más importante, lo de menos son ahora los cabezas de lista, que deben quedar fijados antes de que finalice enero de 2011.En la carrera recién iniciada el PSOE tiene ya un camino recorrido que no tiene el PSOE. Los candidatos de las tres principales ciudades son fijos: Luis Escribano en Burgos capital; Luis Briones en Aranda; y Fernando Campo en Miranda.En el lado opuesto, sólo Javier Lacalle es un fijo, mientras que Borja Suárez es casi seguro y Aranda está aún a la espera de una decisión porque aparece como el feudo socialista más firme.Sea como fuere, la apuesta está hecha en los dos partidos mayoritarios. El principal campo de batalla será la capital de la provincia porque en ella se observará como en ningún otro sitio la tendencia del electorado y cómo deben afrontar ambos partidos el camino que les llevará a las elecciones generales.El PP parte con quince concejales en el Ayuntamiento de Burgos y el PSOE con diez. Son cinco de diferencia que significan, a priori, una distancia complicada de solventar. Pero ambos saben que el objetivo de cada uno de ellos es distinto. El PP buscará repetir la cifra de ediles y hacer olvidar la figura de Juan Carlos Aparicio. Y Javier Lacalle se daría por satisfecho con renovar la mayoría absoluta, que está en catorce concejales.El PSOE necesita dos cosas, pasar al menos de diez escaños a once o doce, que Izquierda Unida regrese al Ayuntamiento y que el PP pierda votos en favor de otras candidaturas como la de UPyD o la del PCAL. La diferencia entre el éxito y el fracaso de cada uno de ellos estará en estos pequeños, aunque gigantescos en el fondo, detalles.Presidentes comarcalesLos ocho presidentes provinciales del Partido Popular se reunieron con el máximo responsable en el territorio burgalés, César Rico, en una cita a la que asistieron también el vicesecretario de Organización y la responsable de Inmigración, Alfredo González Torres y María José Abajo, respectivamente. Tres asuntos sobre la mesa, aunque uno de ellos fundamental: el diseño de la estrategia electoral a partir del contexto político de cada una de las zonas. Así, en la Ribera del Duero se pedirá una actividad mayor dado que, además del interés del PP en recobrar la Alcaldía, se buscan holgados resultados en las regionales.El PSOE aguarda en la capital de la Ribera un contrincante en el único partido en condiciones de disputar la victoria. Luego, casi seguro, los pactos decidirán el gobierno municipal. Y los socialistas, en principio, tienen difícil lograr el apoyo de Izquierda Unida, que bien pudiera revalidar sus dos concejales.Un esfuerzo que desde la Dirección provincial del PP se pide también en Miranda de Ebro, donde se conoce también al candidato socialista. Disputar la mayoría de votos a Fernando Campo es complicado, pero la localidad ferroviaria atraviesa por una crisis industrial que sacude con virulencia los pilares tradicionales de la economía local.Los presidentes comarcales analizaban el calendario electoral para ajustar las estrategias. Y también para actuaciones más administrativas: los plazos para la presentación de las candidaturas, los que se aplican a la corrección de errores y otros actos regulados por la Ley Electoral. Un norma que ha cambiado y, por ejemplo, suprime las asambleas en los concejos abiertos, que pasan a elegir a tres concejales y cuyo funcionamiento será el de un ayuntamiento convencional.Otro de los aspectos que se analizaba ayer es la participación de los inmigrantes en los comicios de mayor de 2011. Los datos sobre quienes disponen ya del derecho al voto y los mensajes que han de recibir estos colectivos se analizaban en la reunión.