Manos blancas en el 85 aniversario del Himno

C.VELASCO / Burgos

Los escasos espacios con sombra junto la Arco de Santa María eran los puntos más solicitados por los cientos de burgaleses que se congregaron puntualmente ayer a las 14 horas para participar en la interpretación popular del Himno a Burgos. Un acto en el que cada año participan más ciudadanos que, con o sin chuleta, corean la letra de este tradicional canto que este 2011 está de enhorabuena dado que cumple su 85 aniversario.

Minutos antes de que los allí presentes demostraran sus dotes musicales y el orgullo de ser burgalés, una voz explicaba que esta canción -compuesta por Rafael Calleja y Marciano Zurita- fue interpretada por primera vez en el año 1926 en la Plaza de Toros de los Vadillos (homenajeada desde hace pocos meses por la escultura del toro que se ubica al comienzo de la avenida del Cid).

En su momento fueron niños los encargados de representar el Himno a Burgos y ayer, como novedad, a la Federación Coral de Burgos y a la Banda Ciudad de Burgos se sumaron miembros de la asociación Aransbur, dedicada a la reeducación auditiva de niños sordos. Así se quiso mostrar que la comunicación no tiene fronteras, y es que, mientras los sonidos de los instrumentos y los cantos de ciudadanos y corales llenaban de música las inmediaciones del Arco de Santa María, los más pequeños representaban con su propio lenguaje gestual la letra de esta canción. Esta asociación quiso además hacer un guiño a la Candidatura de Burgos a Capital Europea de la Cultura en 2016 con sus camisetas rojas. Una vestimenta que acompañaron de guantes blancos que, de una manera especial al final de la interpretación, lograron captar la atención del público allí presente.

El calor fue el protagonista indiscutible de la jornada de ayer. Tanto que fue necesaria la presencia de una ambulancia por los mareos producidos por las altas temperaturas. Incluso un niño sufrió una caída mientras interpretaba el himno. Las autoridades tampoco se perdieron este acto al que acudieron inmediatamente después del tradicional baile de Danzantes, Gigantillos y Gigantones celebrado en la Plaza Mayor.