PULMONES DE LA CIUDAD / FUENTES BLANCAS
El corazón verde que da oxígeno a toda la ciudad
M. R. / Burgos
El parque de Fuentes Blancas es un ejemplo de compendio de fauna y flora, así como un lugar de recreo de referencia, del que se pueden encontrar muy pocos en España. Haciendo un poco de historia, la primera referencia a Fuentes Blancas aparece alrededor de 1878, en referencia a unos «terrenos del Común» situados más allá de La Cartuja, tal y como se recoge en diversos libros, entre ellos 'El parque de Fuentes Blancas. Sus aves y sus plantas', obra de José J. Pérez García.
Con una extensión cercana a las 140 hectáreas, si incluimos Fuentes Blancas, Fuente del Prior y La Cartuja, el parque fue coto real del rey Enrique III, nacido en Burgos, quien mandó construir el palacio de Miraflores, en el mismo terreno se levantó después el convento de La Cartuja de Miraflores. En los años 30 se inició una repoblación forestal, en 1958 se decidió ubicar un camping y en la década de los 60 se comenzaron a construir los primeros parques de juegos infantiles. A finales de los 70 se levanta una pequeña capilla en honor a la Virgen de Nuestra Señora de los Álamos. En los 80 se inaugura un extenso circuito de actividades físicas y en el verano de 1985 se estrena la playa artificial de Fuente del Prior.
Desde entonces se han ido realizando cambios y reformas en el parque más popular de Burgos. Los últimos se llevaron a cabo en 2007 a través de un plan de ordenación de usos y con una inversión cercana a los 700.000 euros. El actual equipo de Gobierno está estudiando la realización de una serie de mejoras tanto en el zonas de recreo como en la forestal.
Este parque, al igual que el del Parral, está vinculado a las fiestas de Burgos, ya que es aquí donde se clausuran las fiestas de San Pedro y San Pablo, con la celebración del 'Burgalés Ausente'.
Fuentes Blancas es el corazón verde de la ciudad, que en este sentido puede presumir de contar con una gran variedad, en cantidad y calidad, de espacios verdes repartidos por todo el término municipal. El parque se puede recorrer a pie o en bicicleta. Tomando como referencia la publicación 'Burgos natural' editada por el Ayuntamiento y coordinada por Roberto Milara y Juana Manrique, el parque presenta tres zonas diferenciadas. La que discurre más cerca del río Arlanzón, con choperas, la que se extiende entre La Cartuja y Fuentes Blancas, formada por pinos silvestres. Hasta Cortes es más zona de cultivo.
No sólo hay pinos y chopos, también se pueden encontrar arces, robles,... incluso se pueden hallar setas. En cuanto a la fauna, las aves acuáticas están presentes cerca de la playa artificial. De hecho, casi la totalidad de las especies de aves que hay en el término municipal de Burgos se pueden ver en el parque de Fuentes Blancas. Pero ahí no acaba el encanto de Fuentes Blancas.
Al otro lado del río, entre la carretera de Logroño, la circunvalación, está el Humedal, un remanso de paz para aves acuáticas y un lugar excepcional para la observación. Un espacio poco conocido y sobre el que también hay previsión de realizar proyectos para facilitar el acceso a pie a este singular enclave.
La variedad de este parque, su extensión y su cercanía al casco urbano lo ha convertido en un lugar de 'peregrinación' al que prácticamente acuden a diario los burgaleses.