Aparece otro local que acumula impagos de renta desde hace 4 años

J. MAIQUES / Burgos

Hay más. La auditoría sobre la situación de los locales municipales que el Ayuntamiento tiene arrendados en la capital arrojó ayer los primeros resultados y afloró un nuevo caso de impago que se suma al de la cafetería Espolón (Polisón) y al bar de la Casa de la Cultura de Gamonal. En este caso la deuda proviene de una tienda de alimentación de la plaza del Rey San Fernando 2, Viandas del Camino, que no ha pagado casi ninguno de los alquileres desde 2007. Hasta junio de este año, fecha en la que se reclamó el dinero a través de una notificación, debía 13.219 euros. Una cantidad a la que ahora hay que añadir las mensualidades de julio, agosto y septiembre (otros 1.524 euros más) y que eleva el total de la deuda por encima de los 14.700 euros.

La situación de este local fue el hecho más destacable de la comparecencia conjunta que realizaron ayer el portavoz del equipo de Gobierno, Ángel Ibáñez, y el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, en la que repasaron los primeros 12 locales que han sido objeto de análisis de una auditoría que, en cualquier caso, no está finalizada y en la que se sigue investigando.

Prueba de que aún queda mucho trabajo por hacer, y sin que tenga que entenderse como una situación anómala, los dos ediles afirmaron que, en estos momentos, «no tenemos información» sobre el estado en el que se encuentra el Vagón del Castillo. Ni sobre éste, ni sobre los bajos de El Plantío o la cafetería de la estación de autobuses, por poner algunos ejemplos.

En cualquier caso, lo cierto es que el Ayuntamiento quiere actuar de inmediato y Foronda señaló que la situación de la tienda de alimentación del entorno de la Catedral estará hoy en manos de los servicios jurídicos del Ayuntamiento. Y al igual que ha sucedido con la cafetería Espolón, realizarán la oportuna denuncia en el juzgado para reclamar lo que se adeuda.

Taberna de San Julián

Del mismo modo, y aunque no se trata de un caso comparable, el equipo de Gobierno también informó ayer de que la taberna del Centro Cultural San Julián también debe al Ayuntamiento 865,20 euros. Eso sí, aquí el dinero que todavía no se ha ingresado pertenece a pagos pendientes de este año por lo que, en estos momentos, el equipo de Gobierno no se plantea una acción judicial.

BNB

Otra de las notas discordantes se da con el el resturante del  Mirador del Castillo (BNB), aunque en este caso no hay nada que se pueda achacar a los dueños de la explotación que, en este sentido, pagan puntualmente el alquiler. Aquí, el problema se deriva de que el contrato finalizó en mayo de 2010 y a pesar de que los adjudicatarios del negocio ya solicitaron la prórroga del mismo, el Ayuntamiento no ha contestado expresamente a dicha petición. Habida cuenta de que el silencio administrativo no se puede interpretar a favor de quien explota el restaurante, el Consistorio deberá regularizar esta situación lo antes posible.

Del mismo modo, los empresarios que trabajan este negocio también han sufrido otra «descordinación» municipal, tal y como reconoció el propio Ibáñez, ya que no cuentan con la licencia de café cantante que les permitiría, sin complejos, celebrar eventos musicales nocturnos. Una incongruencia ya que uno de los puntos que se valoró en el concurso fue, precisamente, su oferta de poder realizar este tipo de actuaciones en el local.

Respecto al resto de locales que se han estudiado, la normalidad es lo que predomina. Así, los restaurantes de Fuentes Blancas y Fuente Prior cumplen con su obligación, al igual que la editorial Siloé (plaza del Rey San Fernando) o la taberna del barrio de San Cristóbal. En el caso del local de Cortes no hay deuda acumulada aunque el contrato finalizó el pasado 27 de junio.Ibáñez: «Pedimos disculpas por la imagen dada»El vicealcalde, Ángel Ibáñez, mandó ayer un triple mensaje a la ciudadanía en el que no dudó, en nombre del equipo de Gobierno y en representación del Ayuntamiento, en «pedir disculpas por la mala imagen y alarma que ha generado algunos de estos casos». Unos expedientes que, según reconoció, «no se han gestionado con la diligencia oportuna».

Del mismo modo, señaló que se está «trabajando intensamente en poder analizar todas las circunstancias y procedimientos que han fallado» y añadió el «compromiso de asignar y definir todos los mecanismos y procedimientos que correspondan para que este tipo de situaciones no vuelvan a producirse».