PINARES
El Seprona descubre una nave que vendía combustible de forma ilegal
Burgos
El equipo del Seprona de la Guardia Civil de Burgos ha descubierto, en la comarca de Pinares burgalesa, una nave industrial en cuyo interior se comercializaban y dispensaban carburantes a particulares de manera clandestina, careciendo el titular de los permisos necesarios para desarrollar la actividad.
Una inspección más detallada al negocio permitió descubrir otras irregularidades por las que se han levantado acta. Fuerzas del Equipo del Sepronade la Comandancia de Guardia Civil, dentro de la campaña de inspecciones a explotaciones agrícolas y ganaderas en la provincia, procedieron a controlar una de estas instalaciones que guardan relación con el ramo, bajo la sospecha de que en el negocio, cuya actividad principal es la distribución de gasóleo a domicilio y gas butano, se pudiera estar despachando carburante a vehículos particulares, dado el anormal trasiego de este tipo de vehículos a la nave.
Dos con gasóleo A y B
Una primera inspección visual al interior del negocio, en compañía del titular del mismo, arrojó como resultado la aparición de tres depósitos de 1.000 litros de capacidad cada uno, provistos todos de manguera y boca dispensadora de carburantes, con dispositivo para contabilizar los litros, además de cartel anunciador de precios. En las proximidades fueron encontrados tarjeteros para facilitar el pago con tarjeta de crédito. Dos de los depósitos, con protección metálica, contenían gasóleo A y B, mientras que un tercero de material plástico era urea lo que guardaba. Esté último es un compuesto de nueva generación que se emplea para minimizar la emisión de compuestos nitrogenados en los gases de escape; las grandes marcas de camiones producen nuevos tipos de motores de gasóleo que emplean además una solución ureica. El producto en cuestión es una solución de urea en agua al 32,5%; no se mezcla con el combustible, sino que se inyecta sobre los humos a la salida del motor. Los agentes pudieron comprobar como momentos antes de la inspección una furgoneta mixta repostaba carburante de uno de los depósitos, demostrándose después que había cargado 50 litros de gasóleo A, actividad ésta de distribución y venta totalmente prohibida a particulares.
El exterior de la nave servía para almacenamiento de bombonas de butano, mientras en el interior además de los depósitos y surtidores se almacenaba pellets (combustible para calefacción) y de comida para perros, además de servir de depósito de los propios vehículos de la empresa.
El titular del establecimiento no pudo aportar documentación, autorización o permiso alguno de la actividad para la que supuestamente estaba dado de alta y tampoco para la fraudulenta de distribución y venta al por menor de combustibles, además de detectarse graves deficiencias referentes a la seguridad, al almacenamiento, señalización de seguridad y salud en el trabajo o protección de la salud y seguridad de los trabajadores que fueron incluidas en el acta remitido al Servicio Territorial de Industria de la Junta de Castilla y León en Burgos.