El Correo de Burgos

El juicio del bar Espolón se celebrará el 14 de diciembre y el desahucio se fija el 13 de enero

El Ayuntamiento no admitirá que el arrendatario permanezca en el negocio aunque pague lo que se le reclama l La reclamación económica asciende a 300.000 euros

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

El próximo 13 de enero podría ser el última día en que el actual arrendatario de la cafetería Espolón abra la persiana de este histórico establecimiento de la capital. Esa es la fecha que ha señalado el Juzgado de Primera Instancia número 4 para el lanzamiento del local (el desahucio efectivo), mientras que para el 14 de diciembre,  casi un mes antes, se ha fijado el juicio en el que, además, se examinará la deuda de 300.000 euros que el Ayuntamiento le reclama por impagos de alquiler pendientes entre 2003 y 2011.

De este modo, y salvo que el juzgado estime lo contrario, al arrendatario le quedan sólo dos meses para abandonar el local. Y es que, aunque el inquilino enerve (pague lo reclamado) el Ayuntamiento no está dispuesto a que continúe explotando el negocio. Y no lo permitirá, o al menos esa es la pretensión municipal, porque entiende que el contrato se ha extinguido. Independientemente de que el empresario haya regentado la cafetería más allá de la finalización del mismo en 2005.

De ahí, que si el propietario no se ha marchado para esa fecha, siempre desde la tesis que da la razón al Ayuntamiento, la policía judicial acudirá hasta el local para obligar al inquilino a abandonar el establecimiento.

La razón para que exista una fecha de desahucio antes de la celebración del juicio hay que buscarla en la Ley de Enjuiciamiento Civil. Una normativa que, para los impagos de alquileres, parte de la premisa de que el inquilino no ha pagado. Todo ello, con el fin de agilizar este tipo de procedimientos en los que, en la mayoría de los casos, el propietario es el principal damnificado.

Así las cosas, una prueba de que estos asuntos se resuelven con diligencia es la escasa distancia entre las fechas que fija el juzgado para la celebración de la vista y la orden de desalojo. Y es que, para este tipo de situaciones las sentencias suelen estar listas en apenas unos días.

En cualquier caso, la resolución de esta demanda no acabará con esta historia que adelantó El MUNDO-EL CORREO DE BURGOS el pasado 3 de septiembre. Entre otras cosas, porque aquí 'sólo' se reclaman 300.000 de los 565.000 euros que el Ayuntamiento requiere al propietario. El resto, las cantidades procedentes de los intereses de demora, del alquiler de la cafetería interior del Teatro Principal y del consumo de luz y agua, se exigirán en posteriores procedimientos. Eso sí, en el caso de los suministros parece poco probable que el Ayuntamiento pueda reivindicar los 50.000 euros que calcula que se le deben, más que nada, porque los únicos contadores que existen registran el consumo de todo el Teatro Principal (el cálculo que se ha hecho para el antiguo Polisón es sólo aproximado). Del mismo modo, y como ya es sabido, tampoco se podrán recuperar los más de 110.000 euros prescritos por el alquiler comprendido entre 2000 y 2003.

El pasado 12 de septiembre, nueve días después de que este periódico adelantara la deuda, el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, anunció que los servicios jurídicos municipales empezarían a trabajar, de inmediato, en la demanda contra el arrendatario de la cafetería Espolón. Todo ello, después de unas negociaciones intensas durante el verano que, por otro lado, no llegaron a buen puerto.

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