Calleja prepara una reunión para tratar sobre la plaza del Sobrado

M. M. / N. E. / Burgos

La preocupación por el deterioro cada vez mayor de la Plaza del Sobrado ha llevado a la concejala de Licencias, Dolores Calleja, a programar una reunión con los responsables municipales, técnicos, Patrimonio Nacional y propietarios particulares de las viviendas. El objetivo es estudiar las medidas que se pueden poner en práctica de cara a evitar que el mal estado de algunas viviendas que pueda ocasionar nuevos derrumbes, como el recogido por este periódico en su edición del pasado viernes.

La edil de esta área confirmaba que de forma paralela a la búsqueda de una fecha para este encuentro entre los agentes implicados, «estamos interviniendo ya en el edificio que se hundió la pasada semana». A este respecto, Calleja informaba que se ha avisado al propietario del inmueble para que inicie la retirado de los escombros que este percance ha producido ya que están ocupando parte de la plaza del Sobrado, desde que se produjo el derrumbe en los últimos días del año 2011.

Calleja recordó que el edificio caído, el número 8 de la plaza, era una vivienda particular que ya se encontraba en mal estado y que tenía iniciado un expediente de ruina. Afortunadamente, su hundimiento no causó daños personales. «Su carácter de vivienda privada hace que las actuaciones al respecto deban acordarse con el dueño del edificio y no con responsables del área de Patrimonio Nacional, estamento que sí vela por otros muchos espacios cercanos que sí gozan de protección estatal como monumentos artísticos que son, caso del vecino Monasterio de las Huelgas.

El Ayuntamiento está ejecutando subsidiariamente el derribo de otro de los inmuebles, que en este caso es propiedad de Patrimonio Nacional. Se trata de casa situada cerca del arco de la villa y cuya demolición avanza lentamente con la finalidad de evitar otros destrozos ante la antigüedad de la construcción. La concejala explicó que desde el área de Obras y Licencias se han tramitado varias órdenes de ejecución para reclamar a los propietarios particulares, así como a Patrimonio Nacional que actúen para evitar mayores deterioros de las edificaciones.