La familia de Jonatan Gómez recurrirá un fallo «injusto»

M. R. / Burgos

La familia y allegados de Jonatan Gómez mostraron ayer su indignación con la sentencia que condena a cinco años de cárcel a cada uno de los tres culpables de propinar la paliza mortal al joven camarero en mayo de 2009. Un jurado popular declaró culpables de un delito de homicidio imprudente a David Palacios Cristóbal, Héctor Escoda Ruiz y Sergio Aguilar Pecharromán y exculpó al cuarto acusado, Jairo L.S., al no considerar probada su participación en los hechos.

Un fallo que calificaron de «injusto». Anunciaron que recurrirán y clamaron: «Es indignante que la vida valga tan poco». Casi tres años después de que desde el entorno más cercano a Jonatan se iniciara un movimiento cívico, aglutinado a través de la Asociación Cívica Burgalesa (ACiB), que consiguió remover conciencias y que se abrieran los ojos sobre lo que ocurría en las zonas de copas, parte de sus impulsores comparecieron ayer apesadumbrados para reclamar que se «haga justicia». Según señaló el portavoz de ACiB, Raúl Mancha, «matar a una persona no puede ser penado con tan solo cinco años de cárcel». Y mostró su preocupación por el «mensaje que se manda a la sociedad» con sentencias de este tipo, ya que «en el fondo están diciendo que si pegas a una persona en la cabeza, parece ser que no tienes que saber que le puedes matar».

La novia de Jonatan, María Pacheco, se mostró en contra de que en este tipo de casos se juzguen a través de un tribunal popular. «Se elude el trabajo a los jueces y se deja en manos de gente que no sabe», afirmó. Si el juicio «hubiese sido llevado por un jurado profesional, sería una condena de 10 a 15 años». A este respecto, en el apartado tres de los fundamentos de Derecho de la sentencia el presidente de la sala, Francisco Marín, señalaba que el jurado no consideró acreditado que hubiera intención de matar, si bien según su criterio se podía haber calificado la agresión como un homicidio con la concurrencia de dolo indirecto. Según Raúl Mancha, es claro: «Fue una paliza. No ha sido sin querer». Y recordó, como refleja el vídeo de la cámara del pub Terminal, que arremetieron contra Jonatan hasta en tres ocasiones. Según la familia y los allegados de Jonatan señalaron que los culpables de la agresión a Jonatan no han mostrado arrepentimiento, «todos los hemos visto de fiesta incluso hasta las 10 de la mañana... yo no podría salir los fines de semana sabiendo que tengo una muerte a mis espaldas». También denunciaron la «actitud chulesca, desafiante, amenazante» de la familia y amigos de los acusados durante el proceso, así como «el guiño del secretario judicial a la abogada de una de las defensas cuando anunciaban un veredicto favorable a su defendido». Del mismo modo, pidieron una reflexión general al sistema judicial, a los políticos y la sociedad. Junto a la indignación también mostraron su cansancio por haberse movilizado a todos los niveles mientras los culpables llevan tres años «sin pisar la cárcel».