CARNAVAL
La crisis deja la sardina en una raspa
M. R. / Burgos
Las fiestas de Carnaval sirven para poder criticar con humor e ironía la actualidad, en este caso de la ciudad. Y también valen para vaticinar lo que se avecina. Hace ya cinco años que la sardina que se quemó en La Flora era una referencia al paro que hoy azota a millones de personas. Ayer, la sardina que fue pasto de las llamas era prácticamente una raspa de pescado, una nueva metáfora de los malos tiempos que corren.
El último día de Carnaval comenzó con el traslado de la sardina, elaborada por la Asociación de Artistas Plásticos de Gamonal. Un recorrido no exento de confusión, ya que el programa señalaba que se desplazaría a la plaza de La Flora, adonde a media mañana comenzaron a acercarse familias para verla. Pero el viaje de la sardina fue hasta el paseo de la Sierra de Atapuerca, frente al Museo de la Evolución. Un buen lugar para disfrutar de la sardina antes del sacrificio, pero lástima que hubiera gente que se quedara con las ganas de poder verla. No obstante, al ser un lugar muy concurrido, pronto la zona se animó con niños y mayores disfrazados, aprovechando que ayer tampoco había colegio.
El Carnaval también se disfrutó en Gamonal, donde a media tarde se celebró un chocobizco en el parque Félix Rodríguez de la Fuente. Allí pudieron degustar de un chocolate acompañado de bizcochos los cientos de personas que se acercaron para retroceder en el tiempo a la corte de Luis XVI.Sigue en la edición impresa