El Patronato de Turismo aprueba mañana su disolución tras casi dos décadas de vida

J. MAIQUES / Burgos

El anuncio de su desaparación fue la primera gran medida de ajuste anunciada por el alcalde, Javier Lacalle. Lo dio a entender cuando aún era candidato a regir el Consistorio capitalino, lo confirmó con el bastón de mando en su poder poco tiempo después y mañana martes comenzará a hacerse realidad la muerte anunciada del Patronato de Turismo tras 16 años de existencia. A las 9.30 horas se celebrará una reunión en la que los miembros de este organismo acordarán su disolución y este proceso se dilatará durante poco más de dos meses, de tal forma que dejará de existir el próximo 30 de junio, tal y como recordó el presidente del Patronato y concejal de Cultura del Ayuntamiento de Burgos, Fernando Gómez.

De este modo, los patronos ordenarán mañana al gerente que inicie los trámites de la disolución y en ese encargo, entre otras cosas, se le pedirá que realice una auditoría en la que figuren el conjunto de bienes patrimoniales permanentes (el inmovilizado). Más que nada, porque son varias las administraciones y las instituciones que participan de este organismo y, en función del peso de cada cual y de la utilidad que le puedan dar a lo existente, habrá que ver lo que se hace con los recursos materiales.

Otra de las tareas a resolver, quizá la más delicada de todas, será saber lo que va a ocurrir con el personal que, en este momento, trabaja para el Patronato. En este sentido, Gómez apuntó que las decisiones se adoptarán durante las próximas semanas y de sus palabras se extrae, aunque no de forma expresa, que habrá quien continue pero que la realidad, ahora mismo, es que no todos tienen su empleo garantizado.

Así las cosas, el concejal mandó un mensaje tranquilizador cuando indicó que hay personal «con una experiencia  y un conocimiento que no debemos de perder». Claro que, al mismo tiempo, también añadió que se contará con ellos «dentro de las posibilidades y las necesidades». Lo que permite interpretar que la difícil situación económica también podría tener peso en la toma de decisiones.

No obstante, Gómez añadió que cuando el Instituto Municipal de Cultura (IMC) asuma las competencias que hasta ahora han sido propias del Patronato, «vamos a tener que dotarnos de personal para cumplir con el objetivo». Por otra parte, también cabe recordar que en su día se habló de que una parte de la política turística la podría llevar el organismo que sustituya a la Fundación 2016 y que, probablemente, también se ubicará en el Centro de Recepción de Turistas (Citur) de Nuño Rasura. Eso, en el caso del Ayuntamiento ya que la Diputación, el otro gran patrono, encargará a la Sociedad para el Desarrollo de la Provincia (Sodebur) que asuma estas funciones.

La primera decisión

En cualquier caso, el acuerdo que se alcanzará mañana da continuidad a una decisión que ya se tomó meses atrás. Así, la disolución del Patronato llegó a un punto de no retorno cuando se determinó que el Presupuesto para 2012 se reduciría a la mitad (antes era de casi 500.000 euros al año). Aportaciones que son asumidas en gran proporción por el Ayuntamiento y la Diputación pero en las que también participan otros patronos como el Consistorio de Aranda de Duero, Caja de Burgos, Cajacírculo, la Cámara de Comercio y la Junta de Castilla y León.

El alcalde justificó entonces la desaparición del Patronato en que es «un instrumento ya superado» y que, a partir de ahora, hay que buscar nuevas fórmulas más eficaces y acordes a los tiempos para la promoción de la ciudad. En este sentido, durante los últimos meses se han intesificado los trabajos para la creación de la marca de ciudad, para la creación de un plan de marketing que sirva para vender Burgos y para la transformación de la Fundación Burgos 2016. Todo ello, bajo el paraguas de una actuación que se ha bautizado con el nombre de Proyecta Burgos y que pretende impulsar la Cultura, la Industria y el Turismo de la capital.