El Ayuntamiento trabaja en un ARI para los edificios del bulevar
La Concejalía de Vivienda quiere adecentar los inmuebles en mal estado e impulsar el arreglo de las fachadas que miran a esta vía
J. MAIQUES / Burgos
La transformación de las vías del tren en el eje cívico del bulevar ha sido, si no la que más, una de las actuaciones de las que el equipo de Gobierno municipal ha presumido más durante los últimos años. Sin embargo, la sensación de satisfacción no es completa ya que los solares vacíos que no se han podido vender, por un lado, y la presencia notable de algunas edificaciones descuidadas o con fachadas que, con el cambio, han enseñado a la ciudad paredones que antes estaban ocultos, ha provocado que en el Ayuntamiento entiendan que es necesario incrementar las políticas encaminadas a completar la transformación de este nuevo espacio de la capital.
Habida cuenta de que la capacidad de acción del Consorcio del Ferrocarril para acelerar la venta de parcelas es limitada ya que depende, forzosamente, de despertar el interés del capital privado (y de que, además, encuentren financiación para poder construir), la Concejalía de Vivienda quiere ir un paso más allá y trabaja para crear un Área de Rehabilitación Integral (ARI) en el bulevar que complete y mejore la política de ayudas que se ofrecen ahora para adecentar las fachadas.
En realidad, la idea de acometer un ARI en el vial diseñado por los arquitectos suizos Herzog & De Meuron no es nueva ya que la Concejalía que dirige Dolores Calleja, según confirmó la edil, lleva trabajando en este proyecto desde hace algo más de seis meses. Lo que sucede es que no ha adquirido trascendencia pública ya que, aún a día de hoy, en el Consistorio capitalino no tienen la certeza absoluta de que lo que se quiere hacer en el bulevar encaje exactamente con los requisitos que se exigen para este tipo de actuaciones.
Un espacio en el que hay viviendas que, aún siendo algunas jóvenes, necesitarían ese lavado de cara y en el que el entorno, con las obras finiquitadas recientemente, no precisa ser tocado. Por tanto, en esta actuación la única intervención se produciría en algunos de los inmuebles del bulevar. Algo que, por otra parte, también haría más sencillo el proyecto.
En cualquier caso, lo cierto es que la mecánica de un ARI exige, para que se fragüe, el respaldo de tres administraciones y de los vecinos. Entre otras cosas, porque cada uno de los actores (por las experiencias pasadas) debe aportar una cuarta parte de la inversión. Y así, aunque el Ayuntamiento está decidido a impulsarlo (está trabajando en ello) hace falta, primero, el visto bueno definitivo de la Junta de Castilla y León y, después, del Gobierno de España.
De cualquier modo, y por aquello de que la idea se está fraguando y es necesario ser prudentes, el equipo de Gobierno anima a que las comunidades de vecinos con fachadas susceptibles de mejoras aprovechen la oportunidad y se acojan a la línea de subvenciones que mantiene abierta el Ayuntamiento. Más que nada, porque aunque es probable que el proyecto salga adelante, aún es precipitado darlo por sentado y, sobre todo, saber cuándo podrá ser una realidad.
Una larga cola
Del mismo modo, y aunque todo hace indicar que la política en materia de vivienda de la Junta y del Estado se encaminará durante los próximos años a potenciar la rehabilitación, también habrá que conocer la disponibilidad económica para estas actuaciones. Y es que, lo cierto es que son varios los barrios que quieren suceder a San Cristóbal (las obras en esta zona arrancarán a final de año), y al ARI discontinuo del Camino de Santiago (pendiente de aprobación). En concreto, y por lo que ha trascendido, trabajan en ello la Barriada de Illera, San Juan de los Lagos y San Pedro y San Felices.
Por su parte, el Ayuntamiento de Burgos no podrá ninguna pega para incentivar e invertir en este tipo de actuaciones. Sin embargo, la realidad dice también que no todo depende de su voluntad.