Una declaración responsable bastará para abrir un nuevo comercio
La Concejalía de Licencias tendrá listos los formularios para la próxima semana
J. MAIQUES / Burgos
Eliminar cualquier trámite que entorpezca la creación de una empresa que pueda crear empleo. Con ese objetivo, el Gobierno aprobó el pasado 25 de mayo un Real Decreto para facilitar la implantación de la actividad comercial y ahora, el área de Licencias del Ayuntamiento de Burgos ha cogido el testigo y permitirá que a partir de la próxima semana sólo sea necesario presentar una «declaración responsable y una comunicación previa de inicio de actividad» para poder subir la persiana e iniciar la actividad empresarial de un comercio.
Licencias ultimaba ayer el formulario que pondrá a disposición de los ciudadanos la próxima semana y que permitirá borrar de un plumazo la práctica totalidad del papeleo necesario para que un negocio de este tipo eche a andar.
No obstante, la concejal responsable de este departamento, Dolores Calleja, señaló que en el caso de Burgos y de Castilla y León estos trámites tampoco eran demasiado duraderos (tendrán más repercusión en otras regiones con una normativa más compleja) y puso el acento en que «una novedad importante» será que la declaración responsable de estos formularios también será valida para las «obras de reforma». Eso sí, siempre y cuando «por su escasa relevancia no precisen de proyecto técnico».
Así las cosas, añadió, «se intensificará la labor inspectora de la Concejalía» que ocupará el tiempo que antes empleaba en algunos papeleos en otras tareas y en comprobar que se cumplen los requisitos exigibles para este tipo de negocios. Y es que, el hecho de que se ahorre la tramitación no exime del cumplimiento de las obligaciones.
En cualquier caso, lo cierto es que esta medida para agilizar la apertura de negocios tiene también alguna restricción. Entre otras, que sólo se pueden beneficiar de ella los locales que no superen los 300 metros cuadrados, que no tengan impacto en el patrimonio histórico artístico y que no sean de dominio público. La hostelería, por su parte, queda fuera de esta medida.
Se benefician, por poner algún ejemplo, fruterías, pescaderías, carnicerías, zapaterías, tiendas de ropa, droguería, agencias de viaje... Prácticamente todas.