El Ayuntamiento talará 10 hectáreas de chopos en Fuentes Blancas
Argumenta la decisión en que están enfermos y representan un peligro para los ciudadanos
J. MAIQUES / Burgos
Hay que actuar y, además, no se puede esperar mucho más tiempo. La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Burgos ha detectado una grave enfermedad en multitud de árboles de una de las choperas de Fuentes Blancas (entre la zona del camping y el río) y ha decidido que, para evitar males mayores, va a ser necesario talar una superficie de arbolado de aproximadamente 10 hectáreas. Dicho de otra manera, del espacio equivalente al que ocuparían diez campos de fútbol.
La concejal responsable del área de Desarrollo Sostenible, Carolina Blasco, señaló que se trata de una decisión complicada pero que es necesario adoptar «antes de que se produzca una desgracia y uno de los ejemplares pueda caer sobre una persona». En este sentido, recordó que han sido varios los chopos que, al estar podridos, se han caído cuando se ha presentado algún temporal en la capital. De ahí, que la intención sea actuar de forma urgente y que se planifique iniciar la tala «después del verano» y una vez pasada la época de cría de especies.
Aunque no están todos los chopos podridos, la realidad es que la tala de los ejemplares enfermos obligará a eliminar también los que están sanos. Y es que, según explicó Blasco, la desaparición de algunos árboles provocaría que el resto se retorciera en busca de la luz y creciera de forma inadecuada.
Esta chopera, en pleno cinturón verde de la ciudad y en el corazón de Fuentes Blancas, se creó a iniciativa de la Junta de Castilla y León con el fin de obtener madera para producción papelera.
Ahora, el Ayuntamiento de la capital calcula que la actuación podría costarle a las necesitadas arcas municipales alrededor de 40.000 euros, por lo que ha pensado que podría reducir el coste a la mitad si una empresa maderera realiza los trabajos y se queda con los troncos resultantes de la tala. En cualquier caso, desde el equipo de Gobierno señalan que esto es sólo una hipótesis y que no se ha decidido nada al respecto.
Con todo esto, la decisión es recuperar el espacio lo más rápido posible y la idea de la concejal es comenzar a «repoblar la zona con especies autóctonas». Y para este tipo de actuaciones concretas las fechas más acordes son los meses de «noviembre o febrero». Otra cosa, a pesar de la urgencia, será la disponibilidad presupuestaria.
Adelante, pero con control
El portavoz de Ecologistas en Acción, Luis Oviedo, señaló a este periódico que conoció estos planes del Ayuntamiento en el Consejo Sectorial del pasado jueves y recordó que «hace ya tres años que pidieron que se eliminaran un buen número de ejemplares». En cualquier caso, consideró excesivo que haya que actuar sobre 10 hectáreas y abogó por una actuación controlada en la que se seleccionen los chopos que hay que tirar. Del mismo modo, señaló que su organización ya le ha pedido a la concejal participar en el proyecto que se debe realizar para repoblar la zona.
Otro experto consultado por este periódico también se mostró partidario de actuar en la zona, pero alertó de los peligros que puede tener realizar una tala «indiscriminada, traumática y a la ligera». Del mismo modo, no escondió su preocupación por la repercusión que una intervención de este tipo pueda tener en la fauna y «porque no exista una planificación de cómo lo van a hacer».
Los expertos coincidieron en señalar que no son ejemplares de gran valor y que su plantación «fue un desacierto» ya que los «chopos híbridos tienen una vejez muy mala y no han tenido un buen mantenimiento» (se plantan para talarse cada 20 o 30 años).