La crisis dispara las altas de WiFiBur y crecen las bajas en otras compañías
El Ayuntamiento detecta un incremento de usuarios que acuden por esta razón a dependencias municipales para conectarse a internet
J. MAIQUES / Burgos
La vida moderna gira en torno a internet. Sin embargo, cada vez son más las familias que tienen que renunciar a disponer en sus casas de la herramienta de información más potente que nunca se ha conocido. Y por obligación. Al menos así «lo han detectado las concejalías de Servicios Sociales y Cultura» del Ayuntamiento de Burgos, quienes han comprobado en los últimos meses que se ha producido un incremento notable de usuarios a la conexión gratuita a la red WiFiBur. Y si bien es cierto que la mayoría de las altas obedecen a una consolidación del servicio, otras muchas se deben a que cada vez hay más burgaleses que se ven obligados a darse de baja de la compañía que tenían contratada y acuden a dependencias municipales para navegar por la red, tal y como explicó el concejal de Nuevas Tecnologías, Eduardo Villanueva.
La razón que se esconde detrás de este cambio de costumbre es la misma que se ha instalado desde hace años y que amenaza con quedarse por mucho tiempo: la crisis. Porque cada vez azota a más familias y estas se ven obligadas a ajustar la economía doméstica a su nuevo nivel de vida. Es momento de reducir gastos, de elegir a qué se destinan los ingresos mensuales y en el listado de prioridades aparece antes pagar la casa, la luz, el agua o comer que conectarse a internet.
Saber cuántos burgaleses se han dado de baja de una compañía y se han incorporado a la red de WiFiBur por problemas económicos es una misión imposible. Porque el conocimiento que se tiene de esta situación procede de lo que han detectado los trabajadores municipales que están en contacto con los usuarios de bibliotecas, centros cívicos...
De lo que sí hay datos, por el contrario, es del incremento de usuarios de WiFiBur. Independientemente de las razones que hayan motivado ese alta. Y las cifras no dejan de crecer. Así, sólo entre enero y mayo de este año se han incorporado 3.655 personas a la red gratuita que se encuentra distribuida ya en 145 puntos diferentes de la ciudad (se incluyen los edificios de la administración y las zonas de conexión al aire libre repartidas por la ciudad). Algunas de estos hot spot (puntos calientes) ubicados en el mismo entorno.
Si se toma como referencia el último año (hay estadísticas de mayo a mayo) el incremento de usuarios a esta red de internet municipal durante este periodo fue de 18.530. Y si se suman los que ya tenían su contraseña (la que permite el acceso gratuito) antes de esa fecha, la cifra se eleva hasta los 29.844. La mayoría de ellos burgaleses, pero también algún visitante.
Otra de las bondades de WiFiBur se encuentra en la rentabilidad que le ofrece al Ayuntamiento la prestación del servicio. Algo, por otra parte, muy poco común ya que casi todos ellos suelen ser deficitarios. En este caso, Gowex, la empresa que lo gestiona tras resultar en febrero del año pasado la adjudicataria del concurso público, inyecta en las arcas municipales 12.500 euros anuales. Y además se hace cargo de los gastos que genera el alquiler de un local en el pasadizo de la plaza Mayor que funciona como punto de información.
Gowex, por su parte, permite contratar un servicio 'Premium', por el que el usuario que pague una cuota (de entre 5 y 10 euros) puede acceder a descargas P2P (música, películas...), por poner un ejemplo. Los usuarios que acceden de forma gratuita, la mayoría de ellos, deben conformarse con una velocidad limitada a 512 kilobits por segundo que permite navegar con normalidad.