El Ayuntamiento alega contra el recuento de chabolas de la Junta
El Plan de Rehabilitación Integral (Pricyl) identifica 16 pero el Consistorio aporta documentación de las cuatro únicas que tiene identificadas como ocupadas
MARTA CASADO / Burgos
El Ayuntamiento de Burgos ha presentado alegaciones al Plan de Rehabilitación Integral de Castilla y León (Pricyl) porque «hay datos que no son correctos en infraviviendas y chabolismo y no sólo hemos dado explicaciones de porqué sino que hemos presentado un informe al respecto» asegura la concejal de Vivienda, Dolores Calleja.A las cuestiones sobre criterios diferentes de elaboración de áreas de rehabilitación, el dato erróneo para el Consistorio está en el apartado de infravivienda. El Pricyl analiza en un apartado el número de chabolas e infraviviendas existentes y que es necesario erradicar. En el documento se determina que el 55% de las chabolas que se encuentran en pie en la comunidad se ubican en la capital burgalesa. El documento identifica hasta 16 ubicadas en el Poblado de El Encuentro (10) y en Alfar de Cadenillas (seis). A ellas suman un total de 78 unidades de infravivienda repartidas entre 25 en El Encuentro (25 casas prefabricadas), en el Centro Histórico (47) y seis en el Centro Sur (seis).
El Ayuntamiento, que desarrolla un programa de reinserción de personas en situación de chabolismo e infravivienda desde los años 90, tiene contabilizadas hasta cuatro chabolas. Dos en El Encuentro y dos en los Bajos de la Autovía, en la calle Alfar de Cadenillas. Con lo que el documento regional coincide en la ubicación pero no en la cantidad. Los servicios sociales del Ayuntamiento realizan un seguimiento habitual de estos asentamientos donde viven cuatro familias. Aseguran que en los bajos de la Autovía hay dos chabolas adecentadas pero se han elaborado con diferentes materiales varios cobertizos para guardar material. En El Encuentro sí determinan un mayor número de infraviviendas pero no identifican como chabolas. Éste es el principal objetivo del Programa Dual, lograr erradicar las viviendas de este poblado como ya se logró con Bakimet. El problema radica en que el sistema de introducción en una vivienda a una familia arrancaba, tras un seguimiento sobre sus habilidades sociales, con la adquisición de un inmueble. Ésta se realizaba en virtud a un convenio con la Junta de Castilla y León. Colectivos implicados en el Programa Dual determinaban la necesidad de renovar un convenio parado desde hace dos años. A día de hoy desde el área de Acción Social del Ayuntamiento confirman que ese convenio expiró.