El desplome de las ventas de tabaco 'cerca' a los estancos

L. B. / Burgos

La venta de tabaco mantiene su tendencia a la baja iniciada hace años. Los datos lo constatan y cumplen los peores augurios de los estanqueros de la provincia, último eslabón de un mercado que supone el 80% de los ingresos de sus negocios.

Las restricciones a los fumadores y las consecuencias de la crisis económica se les presentan como obstáculos en una carrera en la que, auguran, más de uno se quedará en el camino. En apenas una década Burgos ha pasado de tener más de 200 estancos a 140.

«Antes se heredaba el negocio abierto. Ahora el dueño se jubila y cierra. De hecho han quedado plazas desiertas en las últimas subastas, lo nunca visto», considera Carlos Pérez, presidente de la agrupación que representan al sector en la provincia.

Un nuevo escollo se vislumbra ya el próximo mes de septiembre con la entrada en vigor del incremento del IVA aprobado por el Gobierno central. «Siempre que han subido los impuestos ha bajado el consumo. Va a ser la puntilla», augura Pérez.

Más allá de los establecimientos y sus titulares, el desplome de ventas que confirman las cifras del primer semestre del año pone en jaque los puestos de trabajo creados en ellos. «Cómo vamos a contratar a gente», se pregunta el portavoz de los estanqueros burgaleses. En la actualidad el número de asalariados en el sector ronda los 60. Pérez es tajante, de seguir así, estos empleos «peligran».

Un vistazo detenido a la estadística que ofrece el Comisionado para el Mercado de Tabacos permite observar el descenso de la demanda de cajetillas registrado especialmente en los últimos dos meses que se muestran, mayo y junio. Los 1,2 y 1,7 millones de cajetillas vendidos, respectivamente, suponen una caída notable en comparación no solo con la misma época del año anterior, también con la el primer trimestre de 2012.

Ya 2011 cerró con la confirmación del 'daño' que la ley Antitabaco había hecho al sector al recortar las ventas en un 17%.

De vuelta a los últimos meses cabe señalar que una comparación con los mismos de años anteriores solo evidencia el desplome que lamentan los estanqueros.  Así, mientras que tradicionalmente la cifra de cajetillas de 20 cigarrillos despachadas superaban con mucho los dos millones, en mayo apenas pasaba de la mitad de esa cantidad, registrando de hecho un récord a la baja.

Rompía además la evolución ascendente iniciada en marzo y abril, con más de dos millones, frente al 1,3 y 1,4 de enero y febrero. Un espejismo, según Carlos Pérez, que achaca ese incremento puntual a compras de viajeros de paso por el norte de la provincia.

Hasta el 31 de junio de 2012 la venta acumulada asciende a 10,1 millones de cajetillas. De mantenerse la tendencia en el segundo semestre el total del año caerá, de nuevo, un 13%, al pasar de 23 millones a 20.