El PP, resignado a que la Junta abandone el Consorcio del Aeropuerto
Ibáñez entiende que priorizará el apoyo a vuelos regulares. Piden a Fomento más horas de actividad para el aeródromo
L. B. / Burgos
«Es comprensible». Así valora el portavoz municipal, Ángel Ibáñez, la salida de la Junta de Castilla y León del Consorcio para la Promoción del Aeropuerto de Burgos, del que forma parte junto el Ayuntamiento y la Diputación. Lo aseguraba ayer al hilo de las declaraciones del consejero de Fomento, Antonio Silván, que aseguró que el Gobierno regional se va a replantear su papel en estos entes por carecer de sentido.
Para el concejal -que, no obstante, dijo no tener conocimiento oficial de cualquier decisión de la Junta en este sentido- «es normal que, habida cuenta de la situación económica, se priorice el apoyo a los vuelos regulares frente a ayudas públicas a los aeropuertos si el volumen de viajeros no responde a un número considerado rentable».
En este sentido, el edil de Fomento quiso centrarse en exigir a la Junta que mantenga su respaldo a esos vuelos regulares que parten de Villafría -siendo el de Barcelona el más afianzado- y aseguró que Ayuntamiento y Diputación trabajarán en el 'mermado' Consorcio para facilitar, «siempre en función de la disponibilidad económica», matizó, nuevas operativas para que los burgaleses puedan desplazarse a otros puntos de España y Europa.
«Otro objetivo estratégico al que no renunciamos», añadió, es el de lograr «atraer visitantes a nuestra ciudad». Con todo, preguntado por la posibilidad de que las dos administraciones que permanecerán en este órgano de promoción aumenten sus aportaciones económicas, optó por un «más que razonable ejercicio de prudencia y prefirió no anticipar decisiones futuras».
El aeropuerto también 'sonó' en el encuentro que mantenían ayer la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el alcalde de Burgos, Javier Lacalle. Y es que el regidor municipal, según relató horas después Ibáñez, puso de manifiesto a la representante del Gobierno central «la necesidad de reactivar las instalaciones de Villafría» en contra de las recientes decisiones que van a suponer un recorte de su horario de apertura «en aras del ahorro».
Así, Lacalle solicitó impulsar el aeródromo, es decir, la parte de esta infraestructura destinada a vuelos generales, que no comerciales, es decir, viajes de carácter privado o aquellos de formación, por ejemplo. «Suman 4.000 vuelos al año», detalló el concejal de Fomento.
Esta actividad servía como argumento para solicitar a Pastor que se amplíe el horario de tres a seis horas diarias. Así, el tiempo 'ganado' se destinaría exclusivamente a actividad del aeródromo.
Cabe recordar el empeño del Consistorio por «abrir nuevas vías» para reforzar estas instalaciones. Entre ellas, el propio Ángel Ibáñez destacaba recientemente la intención de convertirlas en espacio de referencia para la reparación y el mantenimiento de aeronaves, propósito que 'cuadraría' con la petición vinculada al aeródromo. «Ya hay contactos al respecto con el presidente de Aena, José Manuel Vargas», subrayó el concejal.
Sobre la reducción de horarios para actividad comercial, la ministra de Fomento explicó a Lacalle que la medida se revisará cada seis meses por lo que podrán incrementarse si en ese plazo aumentan los vuelos previstos.
Por su parte, la Confederación de Asociaciones de Empresarios (FAE) se sumó ayer a la exigencia del alcalde de reconsiderar esta decisión. Para la patronal, la evolución de los datos de pasajeros «hace prever que se posicionará como el segundo aeropuerto con más tráfico de viajeros de Castilla y León», apuntó en un comunicado.