Foronda ordena a las concejalías bajar los gastos entre un 15% y un 20%

J. MAIQUES / Burgos

Hay que apretarse el cinturón un agujero más. La solución para sanear las cuentas públicas pasa por continuar atacando los gastos de la administración y con ese convencimiento el área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Burgos ha dado instrucciones a cada una de las concejalías para que, de cara al Presupuesto de 2013, reduzcan sus gastos no comprometidos «entre un 15% y un 20%», tal y como avanzó ayer el concejal de Hacienda y alcalde en funciones, Salvador de Foronda.

El máximo responsable de la economía municipal se lo ha hecho saber por escrito a cada uno de sus colegas del equipo de Gobierno a quienes, además, les ha pedido que tengan lista la tarea «antes del próximo 15 de septiembre». Todo ello, con el propósito de poder progresar en la elaboración del Presupuesto del próximo año. Una tarea en la que, por otra parte, ya trabaja De Foronda.

Así las cosas, la realidad es que el Presupuesto descenderá entre un 15% y un 20% de media en todos aquellos gastos que no estén comprometidos. Es decir, los que no estén sujetos a gastos fijos (como el personal) o a contratos firmados cuyo acuerdo por escrito hay que respetar obligatoriamente.

No obstante, algunos de estos contratos ya se han renegociado a lo largo del último año y medio (se sigue trabajando en ello) con el objetivo de reducir sus costes, también, en el entorno del 15%. Y sobre el ajuste en personal ya ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy el que ha facilitado la tarea a las administraciones con la supresión de la paga extraordinaria de Navidad y con el incremento de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales. Sólo en la 'extra' de diciembre el Ayuntamiento podría ahorrar en torno a dos millones de euros.

Con todo esto, lo que parece claro es que no se librarán del recorte las asociaciones o colectivos que, sin ir más lejos, reciben subvenciones. De este modo, concejalías como Deportes, Cultura o Festejos serán de las que más sacrificios tendrán que asumir y sus ediles deberán lidiar con la ingrata tarea de discernir dónde aplican con más intensidad el recorte.

El gasto social no se toca

Por el contrario, donde el equipo de Gobierno no meterá la tijera será «en todo lo que tiene que ver con los gastos sociales», tal y como defendió el concejal de Hacienda. De este modo se mantienen las instrucciones que el alcalde, Javier Lacalle, ya diera para la elaboración del Presupuesto que se encuentra en vigor en este momento.

Del lado de los ingresos, el Pleno del Ayuntamiento de Burgos ya ha aprobado una subida generalizada de tasas e impuestos por la que espera que lleguen a las arcas municipales en torno a 4,5 millones de euros más que en este ejercicio. Fundamentalmente, gracias al IBI.