Una consultora inglesa pronostica que la industria crecerá en Burgos hasta 2016

J. MAIQUES / Burgos

Dos escenarios y ambos con una lectura que puede invitar al optimismo. El estudio encargado por el Consorcio de Villalonquéjar a la prestigiosa consultora británica Knight Frank para evaluar las posibilidades del polígono industrial más grande de la región señala que  por primera vez desde 2008 el saldo de nuevas empresas en Burgos supera ya a las que se destruyen. Una demanda que en el peor de los casos seguirá siendo ascendente hasta 2016 (en esa fecha se estancaría con una venta media de 19.607 metros cuadrados) y que en la mejor de las circunstancias recuperaría en 2017 los niveles de 2007 (dando salida a 21.170 metros al año). Eso sí, siempre dando por hecho que estos años son los de la salida de la crisis.

Pero al margen de esta lectura positiva, que viene avalada por una evaluación sobresaliente de la ubicación estratégica de la ciudad, de sus comunicaciones y de sus infraestructuras, el estudio también hace recomendaciones para facilitar la dificultosa tarea de vender suelo industrial en plena recesión económica. Soluciones que pasan por asumir cambios profundos.

Así las cosas, una de las recomendaciones más impactantes que propone Knight Frank es buscar un socio especializado que adquiera parte del suelo de Villalonquéjar y trabaje en su venta. En este sentido, el informe sugiere que podría formar parte del proyecto tanto un promotor como un fondo de inversión. Y en cualquier caso, cualquier tipo de estructura empresarial que se subrogue en la posición de los actuales propietarios (el Consorcio que integran el Ayuntamiento y Caja de Burgos).

Por otra parte, una de las soluciones que propone para facilitar la venta de suelo es la división de las parcelas grandes a través de un estudio de detalle que permita crear subparcelas más pequeñas. En concreto, que aquellas que tienen una superficie de 15.000 metros cuadrados se reduzcan y se comercialicen en porciones de 5.000 o 6.000 metros. Junto a esto, la consultora inglesa recalca que «para ser competitivos, se debe plantear una rebaja importante de los precios». Sobre esto último, argumentado en un análisis que ha comprobado que los precios en otros polígonos industriales de provincias limítrofes son más bajos.

Precisamente esa división de las parcelas y ese descenso de precios han sido dos de las estrategias seguidas en los últimos meses por el Consorcio. Y habida cuenta de que tras las últimas ofertas sus responsables han recalcado que se estaba ofreciendo suelo a precio de coste, asumir esta recomendación podría significar aceptar perder dinero.

Del mismo modo, el informe tampoco comparte la distribución que se ha hecho de las parcelas en el diseño del polígono y, además de no coincidir con el tamaño de cada una de ellas, propone que el terreno dedicado a la construcción de mininaves se traslade a un espacio con más accesos. Entre otras cosas, porque se ha ideado la construcción de muchas industrias de este tipo y eso lleva aparejado un volumen importante de tráfico rodado.

Por otro lado, el estudio propone también que en esa búsqueda de inversores, Burgos centre sus esfuerzos en atraer empresas dedicadas a la Industria Pesada (metalúrgica, química...) y a la Construcción.

En cualquier caso, lo cierto es que el trabajo de Knight Frank no finaliza con este estudio ya que se completará con la elaboración de un libro de ventas en el que se creará un listado con potenciales empresas interesadas en implantarse en Burgos. Una tarea que quedará en manos de la consultora francesa MOA-BPI, quienes asesorarán a los empleados de la recién constituida Oficina de Captación de Inversiones para buscar esos clientes.