«El ambiente actual invita a reflexionar sobre lo que creemos»
Aumentan los alumnos de la Facultad de Teología, que iniciaba ayer el curso sin subir las tasas. Su decano, Francisco Pérez, augura que la demanda seguirá al alza
L. B. / Burgos«Con mucha esperanza». Así comenzaba ayer el curso académico en la sede burgalesa de la Facultad de Teología del Norte de España. Y con más alumnos, hasta 1.344 en sus distintos centros y formatos, on line y presencial. Lejos de sorprenderse los responsables de la institución consideran que el incremento de la demanda es lógico. «Serán cada vez más los que sientan la necesidad de comprender mejor la fe que defienden y atestiguan, así que tenemos el futuro asegurado», vaticinaba el decano, Francisco Pérez, minutos antes de acceder al Aula Magna del edificio de la calle Eduardo Martínez del Campo para dar paso a la lección inaugural que pronunció el profesor de Antropología Teológica, Avelino de Luis.
Pérez consideró que la actualidad propicia esta tendencia al alza de los estudios religiosos. «El ambiente contribuye a ello, invita a que los creyentes demos razón de nuestra fe y esto hace que muchos cristianos comprometidos quieran reflexionar sobre esas verdades de forma seria y sistemática», añadió.
En este sentido, no faltó la referencia obligada a la crisis. «La fe siempre tiene una dimensión social, sin obras es una fe muerta, deben avalarla de forma consecuente y será en este sentido, traducida en solidaridad, un factor esencial que permita salir de la situación dramática que viven muchos vecinos, máxime cuando la crisis no es solo económica, también de valores».
De vuelta al incremento de las matrículas, cabe destacar otros aspectos más 'mundanos' que pueden haber favorecido este auge como la decisión de mantener las tasas, a diferencia de lo ocurrido en las universidades públicas de la región. «Incluso las hemos bajado en los estudios de Ciencias Religiosas», precisó el decano de la Facultad de Teología.
Aclaró que el centro se financia gracias a las aportaciones de la Conferencia Episcopal, el Arzobispado -que se ahorra así el personal que en cualquier caso debería encargarse de la docencia en el seminario- y la Asociación de Amigos de la Facultad de Teología. «Es increíble lo que hacemos con lo que disponemos, que no es tanto. Llegamos a sufragar los gastos de aquellos alumnos con pocos recursos que vienen de África y América Latina a cursar sus estudios», explicó.
Sobre el perfil del alumnado, Pérez se limitó a calificarlo de «variado». «Tenemos hasta chicas», apostilló. Así, el responsable del centro subrayó que «no son solo seminaristas los que se animan a matricularse, sobre todo en la modalidad on line, que reúne a personas, de todas las profesiones y edades» y consideró imposible destacar un rasgo común «más allá de la necesidad que sienten de estudiar a fondo su fe».
De los 1.344 alumnos que tiene la Facultad de Teología, 290 cursan estudios presenciales. El Instituto Superior de Ciencias Religiosas es el de mayor actividad y pujanza. Suma 135 inscritos en la modalidad presencial y 400 a distancia. Gran parte de ellos esperan ejercer como profesores de religión.