Un sistema de videocámaras vigilará el tráfico en el bulevar de Gamonal
Controlará el acceso restringido de los vehículos captando las matrículas y cotejándolas con las de los residentes de la calle Vitoria
J. MAIQUES / Burgos
La idea de suprimir de la calle Vitoria el transito de vehículos privados y permitir únicamente la circulación a los residentes y a los turismos de alta ocupación (además del transporte público y el carril bici), tal y como se planteó en el proyecto ganador del bulevar de Gamonal, exige soluciones para garantizar el éxito de una fórmula que quiere que el peatón sea el protagonista de un espacio que desde su configuración nació despreciándolo y dando prioridad a los coches. Y aunque el proyecto es susceptible de sufrir cambios, lo cierto es que el Ayuntamiento ya tiene pensado cómo se puede vigilar el uso tan específico que se le quiere dar a la calle: «con un sistema de control de accesos a través de visión artificial», tal y como señalaron a este periódico fuentes municipales.
Para explicar en qué consiste este sistema conviene fijarse en uno de los postes con videocámaras que hay situados a la entrada del paseo de Atapuerca (frente al Fórum Evolución). Porque es ese modelo, que ahora mismo funciona en fase de pruebas, el que se quiere exportar a la calle Vitoria. Cierto es, siempre que se compruebe que es fiable. Cosa, por otra parte, de la que no tienen ninguna duda en la Concejalía de Tráfico. Y todo ello, pese a que el que se colocó en la calle Concordia tuvo un comportamiento irregular (primero funcionó bien y luego mal).
De este modo, las videocámaras captarán y grabarán las matrículas de los vehículos que entren en el bulevar de la calle Vitoria y estas se cotejarán con el listado que tiene el Ayuntamiento con los vehículos de los residentes. Para poder tener la autorización de entrada será suficiente con que estén censados en ese lugar y con que penetren con su vehículo y no con el de otra persona. No obstante, todos estos detalles no se han puesto aún encima de la mesa puesto que ni siquiera ha salido a concurso la ejecución de las obras (la licitación se iniciará en enero).
En cualquier caso, lo cierto es que esta es la idea que más seduce porque, entre otras cosas, permitiría prescindir de los incómodos bolardos que ralentizan el transito de vehículos y que, en ocasiones, también desembocan en algún susto. Del mismo modo, otra de las ventajas que tiene el sistema es que hace que no sea tan necesaria la presencia permanente de patrullas policiales vigilando el cumplimiento de la norma.
Este sistema, por otra parte, ya funciona con éxito en el centro histórico de otras ciudades españolas y sirve también, sin ir más lejos, para vigilar que se respete el carril bus y para sancionar al que penetra en él. Un carril, por cierto, que también existirá en cada uno de los sentidos de la calle Vitoria.
De todas formas, conviene recordar que el equipo de Gobierno, pese a lo reflejado en el proyecto inicial de MBG, siempre se ha movido con cautela a la hora de definir cómo quedará el tráfico de la calle Vitoria de forma definitiva. Más que nada, porque estos meses están sirviendo para analizar de qué forma está influyendo el bulevar ferroviario en la disminución del tráfico de la zona. Y en cualquier caso, la construcción del aparcamiento subterráneo será el verdadero punto de inflexión para saber si es necesario corregir algún detalle o para ratificarse en la opción más ventajosa para el peatón.
La previsión es que las obras puedan iniciarse en el verano del próximo año.