Bermúdez de Castro dimite como director del Cenieh para centrarse en la investigación
Reconoce «cansancio mental» tras ocho años al frente del centro en una primera etapa de conflictos internos y una segunda marcada por la crisis económica
MARTA CASADO / Burgos
Cuando José María Bermúdez de Castro fue nombrado director científico de un centro de investigación sobre evolución humana aún en mantillas corría el año 2004. Coge las riendas oficialmente de lo que era un proyecto. Ocho años después se despide de su despacho de director gerente de la institución, cargo que ganó en un concurso internacional en 2009, para ocupar otro, el de coordinador del programa de investigación Paleobiología de Homínidos del Cenieh. Ya lo avanzaba al inicio de su segunda fase al frente de la institución «seguiré al frente pero no por mucho más tiempo de dos años». Lo ha cumplido. Dos años y medio después dimite como director.
Dos sedes institucional y científica alternativas, conseguir una plantilla de científicos y técnicos con los que arrancar; seguir el devenir de la obra de construcción del nuevo edificio; el traslado; gestionar los equipamientos de unos laboratorios punteros en el estudio de la evolución humana; desarrollar los protocolos para conseguir ser Instalación Científico Técnica Singular; lidiar un proyecto en expansión con una crisis que empezó casi con el traslado... «Ha sido una etapa compleja en la que he aprendido muchísimo pero yo me canso, son casi ocho años y tienes que resolver tantos problemas, que necesito dedicarme a lo que me gusta, la investigación», apunta.
El gestor echa la vista atrás y recuerda buenos momentos como coger un proyecto de la nada y dejarlo asentado desde un punto de vista científico pero también social. También hay momentos malos como la situación conflictiva que vivió el equipo científico y el presidente de la Comisión Ejecutiva, Enrique Plaza. «No niego que he tenido muchísimos problemas, sobre todo en la primera etapa, y esta segunda se ha endurecido con la crisis, pero creo haber terminado mi ciclo y esta decisión es positiva para el Cenieh y positiva para mí».
El investigador coge las riendas de su trabajo entre fósiles y las lentes de un microscopio. Pero en el grupo de Paleobiología de Homínidos, que él dirige, hay nuevas tecnologías, nuevos procedimientos y el científico no quiere quedarse atrás. «Yo soy investigador vocacional, quiero reincorporarme a la investigación en un momento en el que todavía puedo reciclarme. Si lo dejo más tiempo ya no podré hacerlo y creo que tengo fuerza para sacar proyectos adelante, sacar publicaciones científicas, me quedan diez años para la jubilación y tengo fuerzas para hacerlo». Sigue en edición impresa