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>UNIVERSIDAD DE BURGOS / Atracción de estudiantes extranjeros

Las ciencias como idioma universal

La UBU atrae a decenas de estudiantes de todo el mundo que deciden iniciar en Burgos su carrera investigadora, un ejemplo en este campo es la Facultad de Ciencias

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Burgos

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N. E. / Burgos

Buscando nuevas oportunidades, buena formación académica y la posibilidad de acceder a grupos de investigación punteros, cada año llegan a la Facultad de Ciencias  de la Universidad de Burgos estudiantes de medio mundo.

Además de los universitarios que vienen a España con el programa Erasmus, la fórmula más conocida para los estudiantes de grado y también de posgrado, otros muchos vienen a la UBU con la idea de iniciar su carrera investigadora a través de los convenios internacionales, becas de sus países de origen o bien de España e incluso de la propia Universidad de Burgos.

Desde lugares como República del Congo, Brasil, Rusia, Colombia, Venezuela, Rumanía y China, entre otros muchos lugares del mundo, están en la UBU jóvenes cursando másteres y realizando sus doctorados. Muchos de ellos ni si quiera habían escuchado el nombre de esta ciudad de antemano, pero coinciden en que buscando cierta rama de investigación a la que dirigir su carrera han dado con el programa que buscaban en la Universidad de Burgos y más concretamente en la Facultad de Ciencias.

El decano del centro, Gonzalo Salazar, señala que la apuesta por la internacionalización de la facultad es clara. Asegura que si, por un lado, cada vez hay más ejemplos de estudiantes españoles que dejan este país en crisis para buscar oportunidades laborales en otros lugares,  por otro, sigue habiendo muchos jóvenes que hacen el camino contrario y llegan a España. Como objetivo de futuro, «queremos que se nos conozca en el mundo y pensamos que todavía se nos escapa el mercado anglosajón, aunque cada vez existe un mayor esfuerzo por ofertar asignaturas en inglés», indica Salazar, que añade que «la ciencia tiene un carácter intenacional».

El trabajo para difundir los grados se realiza en conjunto con el Vicerrectorado de Internacionalización, pero en el apartado de investigación la relevancia que alcanzan los distintos grupos a través de publicaciones, asistencia a congresos y trabajos en colaboración con universidades europeas facilita la difusión de los másteres y de los programas de doctorado. Así, por ejemplo está el Máster en Química Avanzada, el de Seguridad y Biotecnología Alimentaria y el Máster en Cultura del Vino.

En la actualidad, 24 jóvenes de todo el mundo están en distintos momentos de su carrera investigadora en la Facultad de Ciencias. Muchos vinieron para cursar un máster de un año y se han quedado hasta culminar su doctorado. «Las estancias largas se están incrementando desde hace siete años hasta ahora, cada vez es más habitual esta fórmula que el intercambio de seis meses o un año», opina Salazar, una circunstancia que, a su juicio, demuestra que existe gran capacidad de atracción. El decano afirma que la existencia de proyectos tanto con empresas como financiados por administraciones resulta interesante para los jóvenes vengan hasta la UBU.

HAMID EL KAOUIT. Procedente de Marruecos, su deseo de seguir investigando en Química Orgánica le trajo hasta Burgos. Hace pocas semanas que leyó su tesis doctoral fruto de cuatro años de investigación en la UBU con los profesores José Miguel y Félix García. Asegura que en la Facultad de Ciencias ha encontrado lo que «esperaba» para adentrase en el mundo de la investigación.

WILDER HENAO ESCOLAR. Tras terminar su carrera en Química en Colombia se decidió a viajar a España para seguir estudiando para buscar nuevas «oportunidades» y una enseñanza «de prestigio». Llegó a la UBU porque un amigo que había estado en la Facultad de Ciencias le recomendó este centro. Estudió el Máster en Química Avanzada y logró una beca del Ministerio de Ciencia e Innovación para prolongar su estancia e iniciar el doctorado. «La mayor diferencia que puedo encontrar con la universidad colombiana está en las tecnologías, aquí tenemos equipos punteros y trabajo en un grupo con cuatro doctores. Todo ello es muy atractivo para mi curriculum y para mi futuro», asegura Wilder, que le gustaría continuar en España al acabar el doctorado, aunque lamenta la cantidad de trámites que tienen que cumplir los extranjeros. «El Gobierno está invirtiendo un dinero en nuestra formación y casi te obligan a marcharte cuando acabas el doctorado, me parece algo absurdo», dice.

BEAUFRAY GILAIME MVILA BIABATANTOU. Es originario de la República del Congo y se considera «ciudadano del mundo» después de haber cursado sus estudios universitarios en Cuba y de llegar a España para estudiar un posgrado. Buscó información por Internet y así tuvo su primer contacto con los responsables del Máster en Seguridad y Biotecnología Alimentaria. «Desde el primer momento me encontré con unos profesores que estaban dispuestos a darme más información de la que necesitaba y me convencieron para venir aquí». Al terminar el máster, obtuvo una beca del Ministerio de Educación Superior de la República del Congo para iniciar su doctorado. Al igual que su compañero colombiano, asegura que en la Facultad de Ciencias le ha sorprendido contar con la tecnología que necesitaba para sus estudios. Piensa que continuar en España tras leer su tesis, será complicado también por las trabas administrativas, pero se muestra dispuesto a seguir viajando donde le lleve la ciencia.

PEDRO ESTÉVEZ. Llegó desde Venezuela y acaba de terminar su tesis doctoral en el departamento de Química Orgánica. «Ha sido una experiencia muy buena, desde el primer momento se cumplieron todas mis expectativas y no me lo pensé cuando acabé el máster y me ofrecieron continuar». Una de las cuestiones que más valora este estudiante es la posibilidad que ha tenido de realizar proyectos en colaboración con una empresa local ya que considera que todo le ha ayudado a «forjar un buen curriculum».

DIEGO WILCHES. También ha realizado el camino inverso al que ahora hacen muchos jóvenes españoles que viajan a los países emergentes de Latinoamérica buscando oportunidades. Desde Colombia llegó a la UBU para cursar el Máster de Seguridad y Biotecnología Alimentaria. Este año culminará su tesis doctoral relacionada con los productos alimenticios bajos en sal y cómo controlarlos con bajas presiones. Su mayor sorpresa al llegar a la UBU fue la posibilidad de acceder a tecnología puntera.

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