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El congreso del cambio tranquilo

La despedida a ‘Lito’, al frente del sector del Metal de UGT en los últimos 25 años, centra el encuentro federal que arranca hoy en Burgos . Su sucesor «de consenso», Carlos Romero, significa continuidad

Burgos

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L. B. / Burgos

Tres días de debate entre medio millar de delegados darán, cabe suponer, para mucho. La crisis y sus consecuencias sobrevolarán cada ponencia de la cita. Pero sobre todo, el vigésimo sexto Congreso Federal del sector de Metal, Construcción y Afines (MCA) de la Federación de Industria de UGT, que comienza hoy en la capital burgalesa, será el del adiós a Manuel Fernández ‘Lito’, tras 25 años al frente del colectivo. Es la hora del cambio, pero del cambio tranquilo. Y es que ya se conoce el nombre de su sucesor: Carlos Romero, hasta ahora secretario de Política Sindical y Sectorial. No solo eso, se sabe incluso que su llegada significa continuidad. Y se aplaude, lo que demuestra la buena opinión que tienen los delegados del ramo en toda España de la gestión realizada por el histórico ‘Lito’ en el último cuarto de siglo.

Buena parte de ese tiempo lo ha compartido precisamente con el que en Burgos tomará el testigo de la sección más «potente», en número y en representación, de la Federación de Industria de UGT.

Esta transición sin trauma contenta a todos. «La sección, por su tamaño, condiciona la vida del sindicato y la negociación con la patronal. Es importante estar unidos», explican desde la formación.

Más allá de la nueva etapa que implica la sucesión de ‘Lito’ -por razones de edad, aseguró al anunciar su retirada-, el Congreso Federal al que está previsto que acudan entre 1.000 y 1.500 personas, con los invitados que se sumarán a los 489 delegados de todo el país, abordará el «necesario cambio en las políticas productivas» para establecer alternativas que permitan la creación de empleo.

La propuesta de UGT que se pulirá y desarrollará en esta cita hasta el viernes pasa por fortalecer la industria para que tome el relevo a la construcción y dedicar los recursos de esta, ahora ‘congelados’ por la crisis a la rehabilitación. «Tenemos un parque de viviendas muy anticuado. Dos millones necesitan una rehabilitación urgente y un plan adecuado para hacerlo daría trabajo a 600.000 personas en una década», afirman desde el sindicato, que espera convencer al Gobierno en este sentido, como, dicen, ya lo han hecho con la patronal.