LUIS LÓPEZ ÁLVAREZ / AUTOR DEL POEMA 'LOS COMUNEROS'
«Los Comuneros tendrían hoy varios absolutismos contra los que luchar»
A.S.R. / Burgos
De cuando en cuando, Luis López Álvarez (La Barosa, León, 1930) se pasea por la Castilla donde nació y creció. Estos días lo hace una vez más y con varias misiones en la agenda. El autor del célebre poema Los Comuneros recibirá un homenaje en Cubillos del Sil (León) el 26 de octubre, está colocando los cimientos de una Fundación que llevará su nombre y que, prevé, echará a andar en verano y comparte su tiempo reflexionando sobre el presente y futuro de esta tierra, que es objeto de su nuevo poema, Castiella.
La creación de la Fundación Luis López Álvarez empezó a gestarse en el año 2010, cuando un movimiento ciudadano e intelectual pidió el Premio Castilla y León de las Letras para el escritor. A pesar del empeño de una serie de personas, no lo consiguió. Él se lo agradeció con una comida en la que le propusieron la creación de una fundación. Él se negó. Su experiencia y su trabajo en la Unesco, donde evaluó este tipo de organismos, le enseñaron que estos experimentan un auge cuando el autor al que se consagran muere para después languidecer y caer en desuso.
Esa negativa se torna ahora afirmativa. ¿Por qué? Porque López Álvarez ve factible la conversión de esa fundación en una ONG de cooperación cultural internacional. Los contactos que el investigador tiene en la Unesco hacen que vea factible conseguir este estatus sin largas esperas y con las complicaciones justas. Calcula que en tres años podría conseguirlo y el ámbito de actuación sería Europa, Iberoamérica y África, el territorio por donde él se ha movido.
«Un problema a tratar sería la relación entre identidad cultural y desarrollo. La gente emigra porque no tiene más remedio, pero cuando se siente bien afincada en su tierra, con una identidad cultural viva y fuerte es más difícil que emigre. Basta con aportar capitales para que el mundo deje de tener ese continuo trasiego entre el hemisferio sur y norte», expone López Álvarez.Continúa en la edición impresa