BURGOS GASTRONÓMICO
El producto local gana imagen y mercado
La cereza de Caderechas responde a los requerimientos de la indicación geográfica protegida y la patata empezará a comercializarse en grandes superficies de Castilla y León
MARTA CASADO / Burgos
El producto made in Burgos está tomando color con la Capitalidad Gastronómica. El evento muestra la riqueza gastronómica en la cocina pero también refuerza la materia prima. Demuestra, también, que Burgos es algo más que morcilla y lechazo. Una tierra donde se cultivan productos propios que nada tienen que envidiar a la huerta murciana, véase la lechuga de Medina, los frutales valencianos, el valle de las Caderechas con sus manzanas y sus cerezas son un ejemplo, y productos generalizados como la patata alcanzan en Burgos un añadido de calidad en una provincia con productos tan singulares como la alubia de Ibeas. Hasta ahora los esfuerzos se centraban en mejorar los criterios técnicos de producción para mostrar la calidad de un producto y a partir de ahí empezar a promocionar a través de iniciativas como Burgos Alimenta o Tierra de Sabor. Ahora la transformación de Burgos en Capital Española de la Gastronomía ha dado una visibilidad mayor. «Es cierto que este tipo de iniciativas tienen una repercusión más inmediata en restaurantes y bares, los primeros que ven ese impacto, pero a nosotros también nos ayuda. Nos da más imagen, da a conocer el producto y creemos que será algo que notaremos a medio plazo», afirma el responsable técnico de estas marcas de garantía o marcas colectivas, José Ignacio Velasco.
Ahora es temporada de recoger la patata de Burgos. Se prevé extraer hasta dos millones de kilos aunque «es difícil saber qué cantidad se embolsa y está controlada porque no es toda la que se ha sembrado», apunta. Existen 40 hectáreas de plantación, tres envasadores y cinco productores que cumplen los criterios técnicos de esta marca colectiva. La buena noticia viene de la mano de la comercialización ya que, en una marejada de precios, afronta la conquista de las grandes superficies de Castilla y León. «Es un avance pero el principal objetivo es posicionarse en Madrid», aclara Velasco.
Por ello los responsables de las marcas de garantía vuelven a una de las citas más importantes del año para el sector. Es Fruit Atracción que se celebra la próxima semana en Madrid. «El nivel promocional y de contacto comercial es el más importante y es la tercera vez que acudimos», señala Velasco.
Entre los productos que se dejarán ver por esa cita de Madrid la manzana de las Caderechas. Se trata de un producto que empieza ahora a recolectarse. Se han plantado 30 hectáreas y se calcula que producirán 100.000 kilos de este producto que cuenta con 13 envasadores y 16 productores en la comarca. A nivel administrativo se están iniciando los estudios para convertirse en marca de garantía. Un titulo que ya ostentan las cerezas de la misma zona. Son marca de garantía y se encuentran en la fase de respuesta a los requerimientos presentados ante su solicitud para convertirse en indicación geográfica protegida. Es la que tiene el proceso más avanzado. El año pasado se produjeron en el valle burgalés 70.000 kilos de cerezas plantadas en 50 hectáreas. No fue un año especialmente bueno para los 25 productores. También están implicados en su desarrollo 18 envasadores.
Las ensaladas también pueden hacerse con sabor burgalés. En concreto medinés. La lechuga de Medina cuenta con 35 hectáreas de plantación repartidas entre siete agricultores y cuentan con cuatro envasadores para su posterior comercialización. Es muy conocida en el mercado local y en el País Vasco donde ya se disfruta la lechuga nueva ya que su recolección en campo abierto acaba de terminar.
El invierno viene cargado de platos contundentes. En Burgos no se entiende el producto más típico, Olla Poderida sin la alubia de Ibeas. Su recolección arranca ahora. Es una producción pequeña. La marca aún es colectiva pero sus requerimientos técnicos ya los siguen 12 productores que obtienen un rendimiento de 5.000 kilos en cuatro hectáreas de plantación.
«Toda labor de promoción suma para darse a conocer fuera de Burgos estar en Tierra de Sabor, el apoyo de Burgos Alimenta y la visibilidad de la capitalidad gastronómica pero hay que seguir trabajando en cumplir los criterios técnicos que nos permitan seguir creciendo en identificación y protección de nuestros productos autóctonos», concluye Velasco. Una historia que tiene mucho recorrido y del que dependen más de un centenar de productores y envasadores.