El rincón vintage para los amantes del buen café

MARTA CASADO / Burgos

La alta gastronomía llega al café. No sólo se mira la procedencia de los granos sino, también, como se recolecta, en qué condiciones, cómo se tuesta y cómo se prepara. Los sibaritas del café siguen la misma tendencia que años atrás se vivió con el vino que hoy está completamente extendido. En ese complicado mundo de baristas, tostadores y amantes del buen café se ha metido Pedro Montalvo.

Hostelero de profesión, hasta hace años no sabía mucho más del café que el hecho con la máquina tradicional de cualquier cafetería. Hoy en su especial rincón vintage de los años 70 y 80 se prepara uno de los mejores cafés de máquina. Pero también se pueden hacer cafés con el aeropress, un sistema que permite infusionar el café y prensarlo hasta la cantidad deseada; una cafetera de principios del siglo XX denominada siphone que son cafeteras al vacío o el tradicional café con filtro. «Con cada cafetera puedes sacar sabores diferentes pero tan más importante que los utensilios es la materia prima el café y su tueste», señala.

Por ello en su nueva aventura hostelera, Esmol Jaus (Belorado, 2), adquiere café arábica extraído de la planta del café al estilo piking, es decir, recolectado grano a grano en su correcto estado de maduración. Los cafés proceden de Latinoamérica, Etiopía o Kenia. Y cuenta en exclusiva con un café recolectado en España. Es el que se obtiene en la Finca de los Castaños en el valle de Agaete en Canarias. «Es el único café que se cultiva en Europa y en enero podremos empezar a servirlo a nuestros clientes», apunta.

Este pequeño local se convertirá en la única tostadora de café de forma artesanal. «Será un tostado en pequeñas cantidades que es diferente en función del tipo de cafetera que utilices», señala este barista novato cuyo local arrancó con uno de los más reconocidos de España, Honorio García. Y para que todos los burgaleses se conviertan en expertos cafeteros creará catas de café cada mes.