El Correo de Burgos

Atapuerca ofrece el ADN más antiguo de la Humanidad

Nature publicó ayer el hallazgo del equipo de Atapuerca y el Instituto Max Plank. El estudio se ha hecho con 1,98 gramos de un fémur de heidelbergensis de la Sima de los Huesos

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

Año 1987. Atapuerca y sus yacimientos son conocidos a nivel científico. La sociedad más allá de Ibeas de Juarros y el pueblo de Atapuerca poco sabía de los que este rincón escondía. Aquel año el equipo que con dificultades bajaba a la Sima de los Huesos rescató un nuevo fósil de Homo heidelbergensis. Una parte de un fémur.

Año 2011. Entre los más de 200 fósiles humanos que se recuperan está la parte que casa con una pieza localiza en la campaña del 87. Diez años después la colaboración entre el Centro Mixto de Evolución y Comportamiento Humanos y el área de genética del Instituto Max Plank de Leipzig (Alemania) han vuelto a convertir en noticia mundial los yacimientos de Atapuerca. Los dos equipos han logrado en poco menos de un año secuenciar el ADN mitocondrial más antiguo del mundo. Está datado en 400.000 años, según el reloj molecular, que publicó ayer Nature.

La información molecular ha traído más de una sorpresa para los investigadores. El equipo de Matthias Meyer, del Max Plank, que ya habían realizado el genoma mitocondrial completo de un oso de la Sima de los Huesos publicado el pasado mes de septiembre, ha comparado la información del ADN antiguo del heidelbergensis de la Sima de los huesos con el resto de especies con información genética similar: humanos actuales y grandes simios (especies vivas) y restos fósiles que son los neandertales y los denisovanos, una población de la que se conservan pocos fósiles que apareció en Siberia. El adn extraído, que se transmite exclusivamente por la línea materna, refleja un mayor grado de parentesco con los denisovanos de Siberia que con los neandertales europeos a quienes los heidelbergensis se parecen más morfológicamente.

«Solo hay progreso en el conocimiento cuando se encuentra lo inesperado. Todo apunta a una complejidad mayor de lo que se suponía en el Pleistoceno medio», refleja el codirector de Atapuerca y director científico del Museo de la Evolución, Juan Luis Arsuaga. La hipótesis más plausible para el equipo sobre esta extraña relación con los fósiles siberianos es la posibilidad de contar con «un ancestro común entre neandertales, denisovanos y heidelbergensis de hace 700.000 años porque parece que son siberianos, pero no tienen nada que ver», señala el científico madrileño. Las similitudes morfológicas entre neandertales y heidelbergensis se han localizado en dientes, mandíbula y forma del cráneo. Sólo la información genética de 1,98 gramos del fémur número XIII acerca al individuo de Atapuerca con los denisovanos cuando están separadas geográficamente (Europa Occidental y Siberia) y temporalmente (400.000 años una, 40.000 años la otra).

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