Los rotos urbanísticos de Burgos desaparecerán en 8 años

C. MORENO / BurgosSolares, edificios en ruina y semi abandonados, naves industriales o fábricas ya fenecidas son cicatrices del paisaje urbano de Burgos que tienen los días contados. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) llegará a finales de febrero para poner orden y acabar con esos rotos que proliferan en el casco urbano.Son 60 las zonas degradadas donde en un plazo de ocho años entrará la piqueta para derribar estructuras añejas y obsoletas. Sobre ellas se alzarán, en la mayoría de los casos, nuevas viviendas.Estas unidades, mayoritariamente bajo la definición de suelo urbano no consolidado, se encuentran repartidas por toda la ciudad y algunas forman parte del paisaje capitalino. La vieja fábrica de Textiles Marín, en el corazón de Gamonal, las naves de la calle Hospital Militar o las campas del barrio de San Pedro que limitan cualquier actuación para mejorar el entorno. Son tres ejemplos de cómo la degradación se ha ido apoderando de determinados espacios que a partir de ahora cuentan con fecha de caducidad. En ocho años habrán pasado a la historia. Ese es al menos el plazo que marca el PGOU que ultima sus tramitación.La solución de esas 60 zonas quedó pendiente en el anterior Plan General de 1999 al entrar en vigor, un año después, en 2000, el reglamento de Urbanismo de Castilla y León que reducía los aprovechamientos y establecía la obligatoriedad de ceder gratuitamente determinados metros al Ayuntamiento.