Cuatro de cada diez burgaleses sufren la pobreza energética
143.895 personas tienen problemas para mantener la temperatura adecuada de su casa
MARTA CASADO / Burgos
La temperatura mínima en Burgos durante el último mes apenas ha superado los cinco grados con picos en los que ha bajado hasta rozar los diez grados bajo cero. Las horas de luz en Burgos se reducen en invierno. En estas condiciones cuatro de cada diez burgaleses no pueden calentar su vivienda en la media de los 21 grados de forma estable y restringen al mínimo la luz en el hogar. Según los datos de Comisiones Obreras, en Burgos 143.895 personas sufren la denominada pobreza energética. Una situación dificil de ver, porque se vive en el interior del hogar, pero que ya empieza a tener su espacio específico en los programas de atención de organizaciones como Cáritas o Cruz Roja.
El colectivo, principalmente formado por jóvenes, familias numerosas y pensionistas, se ha visto pillado por la tormenta perfecta de la crisis. El paro, hipotecas abusivas, un trabajo precario, una pensión mínima... Una caída de ingresos que se ha mezclado con el incremento de las tarifas de luz y gas del 75% en 10 años de los que el 13% se sumó durante el 2013, con cinco subidas. Así, en muchos hogares ni se enciende la calefacción la mayor parte de los días y, en el peor de los casos, acumular tres facturas impagas acarrea el corte del servicio.
En 2009 se puso en marcha el denominado bono social. Con él, el Gobierno pretendía proteger a las familias en riesgo pero según organizaciones de consumidores como Facua o la OCU la difusión de este programa no ha sido la debida. Esta factura de bajo coste supone congelar el pago de la luz para evitar la subida del recibo registrada en las subastas de energía que hacen fluctuar el mercado de forma impresivible. En Burgos hay 34.800 hogares acogidos a esta medida. De ella sólo pueden beneficiarse aquellas viviendas con un consumo inferior a tres kilovatios, familias numerosas, aquellas con todos sus miembros en paro y pensionistas. La congelación de la factura se mantiene durante dos años prorrogable otros dos previa acreditación de que se mantienen las condiciones que facilitaron la primera congelación.
La mayor parte de las personas acogidas a la tarifa social lo hacen por tener un consumo inferior a 3kw, el 85,8% de los casos. El resto se divide entre 1.386 familias numerosas de las 4.191 que hay en Burgos, según el último Censo del Instituto Nacional de Estadística; 3.228 que tienen la pensión mínima y 152 viviendas donde todos sus habitantes están en paro. En el primer colectivo se encuentran 32.300 personas que cobran igual o menos de 525 euros. Entre ellos los más vulnerables, 17.618 hogares donde habita una persona mayor de 65 años sola. El 35% de ellos tiene problemas energéticos. Los beneficiarios que se acogen al bono social podrían ser más pero la información o no llega o se dispersa, algo que denuncian OCU y Facua.
Muchas situaciones dramáticas son las que llegan hasta los despachos de trabajadores sociales de Cáritas y Cruz Roja. Entre ambas organizaciones han atendido el pago de facturas energéticas con hasta 200.000 euros en 2013. De las ayudas de urgente necesidad que gestiona Cáritas, que en 2013 alcanzó un presupuesto movilizado entre los más desfavorecidos de un millón de euros, 160.000 se han destinado al pago de facturas de luz, gas o agua. Cruz Roja destinó en 2013 sus primeras ayudas a este fin dada la alta demanda. Se gestionaron 26.063 euros entre 138 familias centrándose especialmente en los casos más urgentes: aquellos a punto de sufrir el corte del servicio.