El Correo de Burgos

JUAN LUIS ARSUAGA Director científico del MEH

«El Museo ha de unir ciencia y pensamiento»

Implicado en el Museo de la Evolución desde su concepción, comisario exposiciones como la de Darwin. Ahora juega con los elementos de la instalación para mostrar mucho más que fósiles... pensamiento

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

Juan Luis Arsuaga está vinculado a Atapuerca desde 1983, como codirector desde el 91. Bajar a la Sima de los Huesos es una necesidad, el museo es como un elemento con el que divertirse para divertir. No entiende un Museo de la Evolución Humana (MEH) sin una concepción completa del hombre y su camino hasta convertirse en lo que la especie es hoy. Por eso reivindica el pasado científico de España y cree que el Museo es la mejor forma para poder demostrarlo porque «necesitamos optimismo y autoestima». Empieza con una extraordinaria exposición sobre los modelos anatómicos de cera del Instituto de Cirugía de San Carlos de hace 200 años.Una referencia en su ámbito. Una singularidad que se expondrá en elMEH por primera vez. Pero también música, letras, teatro... «Este tiene que ser un museo muy vivo y la casa de todos», resume.  

Pregunta.-¿Con qué filosofía se maneja entre las paredes de este museo tan suyo y tan nuevo?

Respuesta.-. Es más que un museo de la especie. El Museo del Hombre de París es más antiguo y tiene una orientación más etnográfica o cultural. Éste es un museo que pretenden abarcar todos los aspectos de la evolución, empezando por su historia y con el inmenso patrimonio de Atapuerca como bandera.  Eso es irrenunciable, es el corazón de la instalación.

P.-¿Además de fósiles qué contenido puede vestir este continente?

R.- Tenemos que analizar las diferentes facetas de nuestra naturaleza y eso incluye la anatomía, la biología humana, la biología evolutiva, la prehistoria. Y hay dos grandes protagonistas: Darwin y Cajal, y ya eso anuncia que nos interesa la mente, no solo el cuerpo los huesos, la anatomía, nos interesa el hombre en su totalidad y eso también incluye la cultura. Y aquí se demuestra en la colección permanente pero hay que potenciarlo con el resto de actividades. La última planta es un ejemplo. Está dedicada a la relación de nuestra especie con el planeta, conecta con la preocupación universal sobre nuestro futuro, y de forma paralela se ha creado un espacio expositivo sobre ecosistemas y poblaciones. Hemos empezado con Uantoks, pueblos  que viven en una economía premonetaria, pero habrá otras cuestiones que todavía no hemos tocado.

P.- Precisamente una de las críticas era la existencia de muchos espacios vacíos. Con este proyecto y Pieza única, ¿quedan algunos?

R.-Eso no me preocupa. Es como cuando te compras un disco duro y crees que no vas a necesitar más y lo llenas más rápido de lo que pensabas. Afortunadamente tenemos mucho espacio y lo podemos aprovechar. Se va ocupando y tenemos ideas para ello y tenemos margen, pero esto es un museo lleno. Da sensación de que es un espacio vacío, pero hay mucha información.

P.-¿Cómo se enmarca la zona de Pieza única?

R.-Es un espacio en el que tengo mucho interés. Creo, desde siempre, que a veces abrumamos al visitante con tanta información y hay elementos que necesitan estar aislados para poder apreciarlos. Ese espacio hace falta y nos da mucho juego, mucha flexibilidad. Es un objeto especial, valioso que merece una exposición. Podemos exhibir piezas muy notables a lo largo de los años que merecen una visita por sí mismas. Es el rincón para esas cosas únicas que no son tan fáciles de ver.Más información en la edición impresa.

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