Bendición unánime de la Unesco a ampliar la protección de la Catedral a 78 hectáreas

L. B. / Burgos

Se hizo esperar pero llegó, y sin sobresaltos, como estaba previsto. A las 17.28 horas para ser exactos, Burgos recibía la bendición del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco a la ampliación de la zona de protección de la Catedral de una a 78,1 hectáreas.

Este hito, respaldado por unanimidad por el organismo internacional que velará por el cuidado del área añadida, coincide con la celebración de los treinta años de la declaración de la Seo local como Patrimonio de la Humanidad y pone el broche a tres años de trabajo de la Asociación Plan Estratégico.

El visto bueno expresado ayer -un día después de lo previsto al alargarse la agenda de la reunión anual del Comité de Patrimonio Mundial- confirma el informe favorable emitido por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) en mayo, cuando daba por buenas las modificaciones incluidas en el proyecto inicial y abría el camino a Doha. Hasta allí se desplazaban para disipar posibles dudas de última hora el edil de Cultura, Fernando Gómez, y el gerente de la Asociación Plan Estratégico, Mario Sanjuán.

Ambos, según precisaba el comunicado remitido ayer por ambas instituciones, aprovechaban su estancia para reunirse con responsables del Ministerio de Cultura de España y de la Unesco y tratar la nueva situación del entorno de la Catedral y las nuevas vías estratégicas de actuación que potencien el trabajo desarrollado en la ciudad en materia de turismo.  

En el mismo texto se recordaba que para lograr este respaldo ha sido necesaria la elaboración de dos dossieres que recogían la propuesta burgalesa. El año pasado, Icomos consideró oportuno que la ciudad  detallara con más exactitud cuál iba a ser el nuevo órgano gestor y cómo se protegerían las 18 distintas perspectivas visuales de la Catedral especificadas en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Un segundo documento aclaraba estas dudas el pasado mes de enero, el mismo que ayer obtenía el refrendo total del Comité de Patrimonio Mundial.

En la práctica, esta conformidad permitirá expandir la protección de  la que goza ahora el entorno más inmediato de la Catedral fuera de la zona amurallada y dar protagonismo a las vistas del monumento desde lugares como la plaza Santa Teresa, el instituto Cardenal López de Mendoza o el puente Castilla. En el trazado del nuevo marco se incluyen espacios tan emblemáticos como el cerro de San Miguel, el Monasterio de San Juan y San Lesmes o el puente de Santa María. Y es que para definir los límites de estas 78,1 hectáreas se han tenido en cuenta los elementos naturales y topográficos que originan la ciudad, el Castillo y el río Arlanzón, y el Camino de Santiago como eje vertebrador.

Las nuevas medidas a adoptar tras esta decisión de la Unesco exigen además constituir un órgano gestor, que se denominará Consejo Especial para la Custodia, Defensa y Promoción del Patrimonio Mundial, integrado por la oficina del Plan Estratégico, el Ayuntamiento de Burgos (áreas  de Urbanismo, Cultura y Turismo), el Cabildo de la Catedral de Burgos, la Junta de Castilla y León, el Colegio de Arquitectos y la Universidad de Burgos.

Este ente, según explicaba ayer el comunicado remitido tras la aprobación, será un punto de encuentro y debate donde se manifiesten y pongan en consideración los intereses de las distintas administraciones, entidades y colectivos implicados en la tutela de la nueva zona de protección.

Además, para unificar criterios  se pondrá en marcha la unidad especial de la zona de Patrimonio Mundial. Estará formada por personal del Ayuntamiento de Burgos, en concreto de su área de Urbanismo, y la integrarán un arquitecto municipal, un aparejador municipal y un administrativo. De esta forma, todos los expedientes relacionados con la recién creada zona de amortiguamiento los tratarán siempre los mismos técnicos.