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Castilla y León

Castilla y León, sin relevo poblacional

La Comunidad registra su peor saldo vegetativo de la década: 9.603 muertes más que nacimientos y encabeza junto a Galicia los indicadores de despoblación del país

Burgos

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A. CALVO / Valladolid

Las cifras no cuadran. Hay más sepelios que bautizos. Las parejas de Castilla y León no están por la labor de tener hijos. Al menos, no tanto como antes. Las últimas cifras del INE muestran que el relevo poblacional peligra cada día más. Sobre todo para los castellanos y leoneses, abocados a una sociedad envejecida, según alerta el INE en su informe Movimiento natural de la Población e Indicadores Demográficos Básicos.

Nacimiento y muerte son, en Castilla y León, dos indicadores demográficos cada vez más distantes. En el último año hubo 17.828 partos y se produjeron 27.431 defunciones, lo que provoca que el saldo vegetativo (-9.603) sea el más negativo de la década para la Comunidad y supone el segundo peor del país, sólo por detrás de Galicia.

Además, por primera vez en los últimos diez años, los recién nacidos  bajaron del umbral de los 18.000. Y los más de 17.000 niños que llegaron al mundo en tierras castellano y leonesas en 2013 representan un 6,4% menos que en el año anterior. Si bien es cierto que en todas las comunidades esta cifra cayó.

Otra estadística relacionada que sitúa a Castilla y León en alerta roja es la tasa bruta de natalidad (número de nacimientos por cada 1.000 habitantes). Se situó en el 7,1% y representa la segunda peor del país, esta vez por detrás de Asturias.  

El INE atribuye el descenso de natalidad generalizado, además de al menor número de hijos por mujer, a «la progresiva reducción de mujeres en edad fértil, entre 15 y 49 años», al menor aporte de la inmigración exterior y al mayor número de emigraciones al exterior durante los últimos años.

A la vez, el aumento de la esperanza de vida, que a nivel nacional es de 82,8 años, hizo que el número de muertes también descendiera. En Castilla y León las defunciones cayeron un 2,9%. «Según las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcance los 65 años esperaría vivir, de media, 19 años más si es hombre y 22,9 si es mujer», indica el informe.

Las cifras negativas se acumulan. La tasa bruta de mortalidad autonómica fue del 10,9%, también la segunda mayor, por detrás, de nuevo, de Asturias.

En el informe queda patente que el ciclo vegetativo está directamente marcado por la crisis económica. La comparación con los ejercicios en los albores la crisis no deja posibilidad de duda sobre que el factor económico tiene un peso decisivo en esta realidad. Lejos quedan los 21.311 nacidos en las nueve provincias en 2008, el año con mejores datos de natalidad de este siglo. En esas fechas el saldo vegetativo también fue el más halagüeño, aunque siempre en negativo: -6.081 personas.

Mismas causas para otro resultados: la inestabilidad laboral provoca un retraso en la edad para convertirse en padres. La edad media de la maternidad se elevó hasta los 32,2 años, frente a los 31,6 del año anterior.

En otro extremo más delicado, en Castilla y León se produjeron 66 muertes fetales tardías, el 4,7% de las 1.404 registradas en el conjunto del país; mientras que hubo 18 defunciones de nacidos vivos en las siguientes 24 horas, el 5,9% del total nacional.

Respecto a la radiografía demográfica provincial, todas registran saldos negativos, aunque León, Zamora y Salamanca concentran las cifras más alarmantes. Mientras, Valladolid se sitúa en el otro extremo, aunque también en negativo.

ÁVILA. En la mitad de la tabla se encuentra la provincia abulense en lo referente a saldo vegetativo, la cuarta con peores cifras. -893 personas es el resultado de 2.048 defunciones en un año en el que ‘sólo’ nacieron 1.155 niños.

BURGOS. Es la sexta con peor dato. O lo que es lo mismo, la cuarta mejor situada de cara al envejecimiento de la población. Registró un saldo vegetativo de -732, pese a que nacieron 3.004 bebés, que no pudieron compensarse con las 3.736 muertes en un año.

LEÓN. Saltan todas las alarmas. En León el saldo vegetativo es el más preocupante: -2.800 personas.   Multiplica por 10 al situado en el otro extremo, el de Valladolid. León es la segunda provincia en la que más niños nacieron ,3.044, pero también ostenta el dudoso honor de encabezar las defunciones 5.844.

PALENCIA. Justo en el medio, se mire por el lado que se mire, está Palencia. Los indicadores demográficos revelan que adolece de 873 nacimientos para equilibrar la balanza. Ese saldo negativo se produce por las 2.022 defunciones.

SALAMANCA. Está en el pelotón de cabeza en negativo. Salamanca es la tercera peor provincia respecto al saldo vegetativo, que asciende a     -1.521 personas. La provincia charra registró 2.264 partos y 3.758 óbitos durante 2013.

SEGOVIA. Junto a Valladolid y Soria es una de las tres provincias con mejores expectativas a juzgar por los datos del último año. Cuenta con un saldo de -491, causado por los 1.675 nacidos que superan a las 1.184 defunciones en tierras segovianas.

SORIA. Aunque en términos globales es la provincia en la que menos niños nacieron, al comparar estas cifras con las de muertes el resultado es de -396 personas. La segunda mejor de Castilla y León.

VALLADOLID. Los nacimientos casi alcanzan a las defunciones. Faltan aún 257, según los datos de 2013. Es la provincia con cifras más positivas de la Comunidad a pesar de tener un saldo negativo. Nacieron 4.315 y murieron 4.572 personas.

ZAMORA. Los óbitos duplican a los partos. 2.687 muertes por 1.047 nacimientos. Por esta diferencia  cuenta con el segundo peor dato autonómico, -1670 personas.