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Una nueva señalización del centro definirá la zona recién protegida

Incluirá el sello de la Unesco. El Ayuntamiento optará a la línea de ayudas estatal abierta hasta el 2 julio para estas áreas

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Burgos

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L. B. / Burgos

El Ayuntamiento celebra «el nuevo reto logrado por la ciudad», que así definía ayer el propio alcalde, Javier Lacalle, la bendición unánime que daba la Unesco a la ampliación de la zona de protección en torno a la Catedral de una a 78,1 hectáreas. Iniciaba así el regidor un análisis exhaustivo del camino recorrido hasta el lunes, a las 17.28 horas, cuando el Comité de Patrimonio Mundial reunido en Doha, daba el visto bueno a esta medida que otorga la tutela del centro histórico de la ciudad al organismo internacional con sede en París.

Entre las decisiones tomadas ya al hilo de este reconocimiento, Lacalle destacó la intención de renovar al completo la señalización del enclave ahora protegido en todos sus accesos. «Se usarán elementos acordes con el entorno y adaptados para una óptima comprensión y se incluirá, por supuesto, el símbolo de la Unesco», explicó.

Resta estudiar los pormenores de la instalación de estos indicadores para conocer con exactitud el coste total. Con todo, el alcalde se aventuró a cifrarlo entre los 30.000 y los 60.000 euros, que saldrán de fondos propios. La partida se aprobará el próximo mes de julio.

No obstante, esta ampliación de la protección de la Seo a un radio mayor del hasta el lunes limitado a una hectárea no solo será fuente de gasto. En este sentido, el primer edil festejaba ufano que el respaldo de la Unesco a su propuesta les permitirá acceder a fondos ajenos, especialmente del Gobierno español. En concreto se refirió a una línea de ayudas abierta este mismo mes «a la que antes de ayer no podíamos acceder». El plazo para presentar un proyecto a la convocatoria finaliza la próxima semana y la iniciativa local, de la que ni el alcalde, ni el gerente de la asociación Plan Estratégico, Mario Sanjuán, quisieron ofrecer demasiados datos, girará en torno al concepto de «ciudad inteligente y el uso de las nuevas tecnologías para facilitar la vida de los habitantes», precisó Sanjuán.

Más allá de estas primeras repercusiones de la aprobación de la Unesco al único proyecto español abordado en la reunión mantenida en la capital catarí, Lacalle subrayó que la ampliación de la zona de protección de la Catedral equipara a Burgos a otras ciudades cuyo centro histórico tiene el título de Patrimonio Mundial. Citaba a enclaves próximos como Segovia, Ávila o Salamanca a modo de ejemplo.

Descartaba así iniciar el proceso para solicitar este reconocimiento expreso porque «en la práctica lo que brinda es la protección que ya se nos ha dado, exactamente la misma, y el nombre es algo secundario». Además, Lacalle apuntó que dada la saturación nominal que existe en este momento de centros históricos como Patrimonio Mundial la Unesco lleva años sin añadir ninguno nuevo al listado. Además, Lacalle otorgaba también la misma utilidad a la ampliación de la zona de protección ya consumada para proyectar el nombre de la ciudad como destino turístico.

Así, tal y como adelantaba ayer este periódico, el Ayuntamiento planea realizar tras el verano una campaña de difusión nacional para «dar a conocer este nuevo valor» en otras comunidades del país y reforzar así el incremento progresivo del turismo. «Servirá para potenciar aún más nuestra imagen también en el extranjero, que ya es buena y hace que Burgos sea líder regional en este ámbito, con un tercio del total de visitantes internacionales», valoró Lacalle.

Sobre los efectos de la vigilancia de la Unesco a las 78 hectáreas alrededor de la Catedral en la vida de los vecinos del centro histórico, el alcalde negó cualquier tipo de trabajo añadido. «Se someterán exactamente a la misma normativa que ya existía antes de la aprobación del pasado lunes, recogida en el reciente Plan General de Ordenación Urbana. Es decir, no verán incrementados los trámites para obtener licencias, ni nada por el estilo», relató, para presumir de que Burgos cuenta, tal y como reconoce Icomos, con la mejor y más avanzada normativa de las 15 ciudades que cuentan con la misma protección.

Órganos de gestión

En dos semanas, tras las fiestas de San Pedro y San Pablo, se constituirá el Consejo Especial para la Custodia, Defensa y Promoción del Patrimonio Mundial, integrado por la oficina del Plan Estratégico, el Ayuntamiento de Burgos, el Cabildo de la Catedral de Burgos, la Junta de Castilla y León, el Colegio de Arquitectos, la Universidad de Burgos, asociaciones de comerciantes y representantes vecinales del centro histórico. Este órgano tendrá reuniones periódicas para velar por el seguimiento de las medidas de protección.

Por otra parte, la anunciada unidad de actuación de carácter municipal se denominará oficina del centro histórico -que ya la hubo «y funcionó bien», recordó Lacalle- y se creará en septiembre para coordinar todos los expedientes relacionados con este entorno. La integrarán técnicos de Urbanismo.