Lágrimas y reencuentros en la primera jornada escolar

V. MARTÍN /Burgos

Llegó el día. Con la mochilas cargadas y mucha ilusión, los escolares burgaleses iniciaron ayer el curso. A los más pequeños les costaba separarse de la mano de los padres para entrar en un lugar completamente nuevo para ellos.

Hubo quien buscó soluciones para ‘sentirse más tranquilo’, como Sara, que en su primer día en el CEIP Solar del Cid, decidió que «la mejor idea era llevarse los juguetes de casa y, aunque su hermano le explicó que allí donde iba había muchos, ella decidió dejar alguno y quedarse dos», explicó divertida su madre Marta.

En el colegio Antonio Machado,   Elena «no ha llorado nada», según comentó su madre María José Garzón. Aseguró que «los que han ido a guardería lo tienen más fácil porque ya saben lo que es un aula, una profesora y el primer día van a jugar».  Para mañana, «ya ha pedido traer su mochila y su bocadillo». Su otra hija, Sofía, inicia 3º de Primaria y «lo peor es que tenga que ir cargada con todos los libros» pero «en esto de los primeros días es toda una veterana», explicó.Más información en edición impresa.