SUCESOS
La Guardia Civil desmantela la banda de las ‘Áreas de la AP-I’
Detenidas dos personas a las que se les imputa 44 delitos y 19 faltas de hurto cuyo valor económico asciende a 70.000 euros en metálico y 20.000 en objetos sustraídos
El vehículo en el que viajaban los dos detenidos.-ECB
La Guardia Civil detuvo a dos personas -M.J., de 35 años, y S.A., de 30-, como presuntos autores de los robos cometidos en las áreas de servicio de la autopista AP-1, en los términos municipales burgaleses de Quintanapalla, Briviesca y Ameyugo, según informaron fuentes de la Benemérita, en un comunicado.
La detención se produjo en la mañana del viernes cuando personal del Área de Investigación del Puesto Principal Alfoz de Burgos realizaba labores de vigilancia en el Área de Servicio de la autopista AP-1, en el punto kilométrico 12, sentido norte. Una observancia que viene desarrollándose desde hace un año a raíz de la sucesión de robos cometidos en las áreas de servicio de esta vía. En el transcurso de la vigilancia, los agentes comprobaron cómo un vehículo realizaba maniobras de aproximación hacia varios turismos estacionados, todo esto a una muy reducida velocidad, observando a su vez a los viajantes de varios vehículos.
Teniendo en cuenta al constatada participación de este vehículo y sus ocupantes en los numerosos hechos delictivos ocurridos en las diferentes Áreas de Servicio de la autopista AP-1, y debido a la destreza demostrada por su conductor, y para evitar de nuevo su fuga, se procuró inmediatamente la interceptación de dicho vehículo y la detención de sus ocupantes. En este sentido, los agentes contaban ya con una incidencia ocurrida el pasado 2 de julio, cuando los presuntos delincuentes, se dieron a la fuga de un operativo especial.
El ‘modus operandi’ de los delincuentes lo llevaban a cabo en horas de gran afluencia de público a estas zonas, consistiendo en acercarse a las personas que se encontraban realizando descansos tanto en el exterior como en el interior de dichas áreas, con la excusa de preguntar alguna dirección, distrayendo a las víctimas, mientras que otra persona se apoderaba de bolsos, mochilas, maletas, etcétera. Para ello también se valían de un vehículo con lunas tintadas a fin de no ser detectados y no levantar sospechas en sus observaciones. Más información en edición impresa