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COMPROMETIDOS CON LA CULTURA Y LAS TRADICIONES DE BURGOS

122 años cantando a Burgos

EL Orfeón burgalés, una institución centenaria que forma parte del alma de la ciudad y de su historia

El presidente del Orfeón Burgalés Emilio Miguel Amo-Raúl G Ochoa

Publicado por
Amaya Uribarri
Burgos

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El Orfeón Burgalés se fundó en 1893 por la clase popular que quería en Burgos una coral como las que estaban surgiendo en otras ciudades como Barcelona, ‘El Orfeon Catalá’, Pamplona, el ‘Orfeón Pamplonés’, y San Sebastián el ‘Orfeón Donostiarra’. Corales que hoy son, como el de Burgos , centenarios y renombrados. «Hemos pasado muchas etapas, algunas buenas, otras difíciles, pero nos han hecho lo que somos y todavía estamos aquí», comenta el presidente del Orfeón burgalés, Emilio Miguel Amo.En 2007 heredó la batuta del laureado Orfeón Burgalés de los Garay, Artola, Antonio José, Rayón, Amoretti, Quesada, Vega, Palacios, González y Martínez Pérez, un músico joven, Juan Gabriel Martínez Martín. «Con él hemos empezado una nueva etapa llena de retos musicales. Ahora los coros tienen en su repertorio música clásica más difícil y composiciones contemporáneas», explica Emilio Miguel Amo.También se han dado nuevos aires al Orfeón Infantil y juvenil dirigidos por Ana Isabel Ayala Francés «La labor de esta mujer es impagable, está llevando nuevas voces al coro de adultos que ya están preparadas y muy motivadas», comenta Amo.Esta nueva etapa se refleja en la calidad de cada uno de los conciertos. «El que hemos dado en el Miguel Delibes de Valladolid ha sido apoteósico», exclama Amo. En efecto, el coro burgalés se exhibió junto al cantaor José Mercé, la Sinfónica de Castilla y León y la cantaora María Mezcle para interpretar ‘Misterios: la pasión perpetua’, un poema sinfónico del director de orquesta José Miguel Évora. «El coro ha tenido que trabajar muy duro, contrarreloj y con muchísimas horas de ensayo, pero el resultado ha sido espectacular» , añade Amo.Entrar a formar parte de la coral no es trabajo fácil, hay que pasar unas pruebas de voz y ser apto para unirse al coro, pero por el momento hay números clausus. «Hemos tenido que tomar esta decisión porque si no, podíamos estar desbordados. Demasiada gente en un coro resulta muy difícil trabajar» explica Amo.La junta directiva trabaja de forma completamente altruista e incluso los directores de los coros cobran una cifra simbólica. «Contamos con el apoyo del Ayuntamiento. Hasta el 31 de enero de 2014 también contábamos con la renta del bar, pero ahora ya no la vamos a seguir teniendo», explica Amo.El edificio donde se encuentra la sede del Orfeón es de propiedad municipal y en 1931 se llegó a un acuerdo por el que ambas instituciones compartirían los gastos de la rehabilitación y, a cambio, el Orfeón podría utilizar las instalaciones. Posteriormente, se alquiló una parte para bar. Al ser una cesión, la explotación del bar no podía ser una forma de financiación para el Orfeón y rentarlo corresponde al Ayuntamiento como propietario. «Nosotros intentamos no hacer nada por encima de nuestras posibilidades y hasta que empezó la crisis contábamos con subvenciones del ministerio de Cultura», comenta Amo y continúa «ahora cuando queremos realizar alguna actividad o algún concierto tenemos que pedir ayuda a las instituciones o entidades locales, que siempre nos han apoyado».Los orfeonistas, que entre el coro de adultos, el infantíl y juvenil son unos 170, pagan una cuota anual de 30 euros y además, hay unos 100 socios amigos de esta asociación que colaboran en la financiación con la cantidad que desean, con una aportación mínima de treinta euros. «Para ellos todos los años organizamos un concierto de agradecimiento en las Bernardas y cuando hay oportunidad les damos entradas para otros eventos», explica Amo.Más información en edición impresa