La hostelería pide que se regule el alquiler online de apartamentos
Se considera esta operación de negocio como una competencia desleal exenta de controles
Un apartamento a tres minutos andando de la Catedral de Burgos, con dos dormitorios para hasta cuatro huéspedes desde 89 euros la noche. O un piso de 48 metros cuadrados, moderno, totalmente equipado y a escasos metros del Museo de la Evolución Humana desde 78 euros la noche. El alquiler de apartamentos turísticos mediante plataformas web como ‘wimdu’ o ‘airbnb’ está proliferando, y el sector hostelero se muestra claramente en contra de esta práctica.
«Estamos absolutamente en contra porque viene a ser algo muy parecido a lo que ocurría con Uber en el tema del taxi, además sin ningún control fiscal, de licencias ni de permisos, y sin tener los costes normales que tiene un negocio». Con estas palabras, Ricardo Garilleti, vicepresidente de la Federación Provincial de Hostelería de Burgos, expresa la posición del sector respecto a este asunto.
Garilleti asegura que están «preocupados con el tema», y considera que es una competencia «absolutamente desleal», dado que «todos los controles y todos los costes que nos exigen a nosotros, a nuestras empresas, aquí no se exige nada. Se está haciendo una operación de negocio que está compitiendo con empresas que crean muchos puestos de trabajo o que tienen muchos puestos de trabajo en vilo», concluye.
El presidente de la Federación, José Luis López, explica que «si está dado de alta como un alojamiento turístico, contra eso no puedes hacer nada porque es perfectamente legal. Pero yo entiendo que son apartamentos que a título privado, el propietario los cuelga en las páginas de internet». Según López, esta práctica «no pasa ningún control», y sigue la fórmula «yo lo alquilo, tú me pagas, cojo el dinero y adiós muy buenas».
regularización
Los hosteleros exigen medidas para «competir en igualdad de condiciones contra los servicios que ofrecen este tipo de páginas web», señala López, y añade que se ha hablado de este tema en la Federación, pero tampoco tienen «datos concretos sobre en cuánto nos puede afectar y de qué forma, lo que sí que es cierto es que todo quita».
Por su parte, Garilleti admite que «se está trabajando desde la federación española con la idea de intentar atajar este tipo de problemas, porque cuanto antes se ataje, mejor para todos». Más información en edición impresa.