El pliego de gestión de El Plantío convierte el concurso en una subasta

Los problemas de siempre multiplicados por dos. El pliego de gestión de El Plantío que ha elaborado el equipo de gobierno y que previsiblemente se aprobará en la reunión del Consejo de Instalaciones Deportivas previsto para las diez de la mañana no hace sino ahondar en los problemas que han llevado a la plaza burgalesa a una situación de caos técnico durante el último ejercicio. No será bien recibido en los ambientes taurinos y fuentes consultadas por este periódico de los principales organismos de representación empresarial a escala nacional ya han anunciado que es «recurrible e inviable».

Las bases del texto se centran en el continuismo, lejos de la presunta flexibilidad con que se ha querido revestir el mismo con la reducción del canon en 20.000 euros. Se rebaja el canon y se premia a quien lo aumente hasta un máximo de 30.000 euros. No sirve. Se eliminan los puestos obligatorios de toreros de Grupos A y B pero se obliga a incluir a diestros con más de veinte actuaciones durante el último ejercicio. Dicho de otro modo: el segoviano Víctor Barrio, por ejemplo, que se ha destapado como una novedad esta campaña no tiene opción para torear en San Pedro.

Tampoco lo tienen las ganaderías de camada corta. Una ganadería castellanoleonesa como Valdellán, por ejemplo, que goza de crédito entre los aficionados, tiene las puertas cerradas de Burgos porque la pasada temporada no llegó a lidiar cuatro corridas de toros en plazas de primera o segunda, como exige el pliego.

Y el colmo, en la baremación se puntúa la entidad de las ganaderías en función de las orejas que se corten a sus ejemplares, como si la bravura de un toro bravo se mida por trofeos. No se ha tenido en consideración que hay grandes faenas emborronadas por la espada, por ejemplo.

Los aspectos económicos priman reducción del precio de las localidades, lo que sigue convirtiendo a El Plantío en una plaza inviable a la hora de contratar a tres figuras. Como ya adelantó EL CORREO DE BURGOS a principios de mes, se baja el canon, pero se puntúa su aumento. Y se mantienen precios pero se premia a quien los reduzca. Subasta al canto. Suponiendo que existan empresarios que acepten un reto de este tipo por dos temporadas.

En cuanto a los licitantes, el pliego obliga a acreditar haber sido concesionario de alguna plaza de primera o segunda categoría durante al menos dos de los cinco últimos años. No habilita la posibilidad de que accedan a concursar, los gerentes que han trabajado o trabajan para la administración.

En cuanto al número de festejos, el texto obliga a una feria de San Pedro y San Pablo de cinco espectáculos -cuatro corridas de toros y un festejo más que puede ser de rejones, mixto- pero a su vez premia a quien organice más festejos fuera de abono, que tienen que cumplir los mismos requisitos de los que se incluyen en el abono. En este contexto, el pliego también habilita a que los licitantes en fechas comprendidas entre el 20 de junio y el 10 de julio puedan organizar hasta un máximo de 4 espectáculos taurinos o no taurinos, aspecto este que barema en la puntuación final.