Antecessor, el chico de la Gran Dolina se hace mayor de edad
Descubren rasgos neandertales en su peculiar rostro con pinceladas modernas y arcaicas
Como cualquier adolescente los 18 años marcan su vida qué carrera estudiar, qué camino seguir. Nada es definitivo en la vida pero las decisiones forjan el carácter. En una situación similar se encuentra Homo anteccessor. Cumple 18 años desde su presentación a la comunidad científica. Este mes la revista Quaternary International José Mª Bermúdez de Castro y María Martinón-Torres junto a Eudald Carbonell acaban de de publicar Homo antecessor: El estado de la cuestión dieciocho años después. Entre las claves que analizan en este artículo está la revisión de alguno de los aspectos analizados sobre los 160 restos humanos de la especie que se han obtenido en dos sondeos diferentes sobre el nivel de Dolina TD 6 realizados entre 1994 y 1996 y los localizados entre 2003 y 2005. Destacan de él que es «superoriginal». Explica José María Bermúdez de Castro que «tiene una cara moderna pero tiene algunos detalles diferentes lo más chocante es que estas piezas de 850.000 años de antigüedad presenten ciertos rasgos neandertales». De esta manera esta rareza en este rostro moderno, de rasgos arcaicos y líneas neandertales se puede inferir que puede ser «un ancestro o un tío carnal» de las poblaciones preneandertales (de la Sima de los Huesos), de neandertales, denisovanos o otras especies por descubrir. «Creo que tuvo un papel relevante en la evolución en Europa pero la cuestión es si esa relación es lateral y vinculada al continente Europeo o podría ser el ancestro común de todos ellos». Los estudios genéticos demuestran que el ancestro común de neandertales y humanos modernos no podría tener más de medio millón de años. «Con lo que antecessor podría ser el tío lejano de estas especies», resume el codirector de Atapuerca. Para definir todas estas dudas que mantienen la incógnita sobre el Chico de la Gran Dolina aún hay estudios por realizar sobre los restos ya localizados, muy fragmentados al estar canibalizados por sus congéneres. «Estamos pendientes de publicar artículos después del verano, estamos afinando mucho más con los fósiles gracias a la técnica del MicroTC y estamos viendo cosas que no sabíamos y hay restos de un cráneo que aún estamos pendientes de análisis», señala Bermúdez de Castro. td-6 en extensión Pero el principal escollo es la colección. Cuanto más amplia, menor margen de error hay. Algo que no podrá suceder hasta que se excave el nivel TD-6 en extensión. Un momento que se eterniza dada la gran riqueza del TD-10 donde llevan excavando más de una década. Son 100 metros cuadrados que «en dos campañas quizás podrían superarse el 10 y después el resto no son tan ricos el TD-8 es fauna, TD-9 es muy fino y en el TD-7 tampoco aparece industria así que enseguida se llegará al nivel de antecessor donde esperamos que hayan muchas más piezas en esta superficie de 100 metros cuadrados de yacimiento que excavamos». Precisamente la falta de fósiles humanos de adulto ha sido una de las grandes peleas a las que se han enfrentado antecessor y sus descubridores. «Es cierto que tenemos fósiles inmaduros pero es una bendición porque nos permite estudiar el desarrollo de la especie que también es algo maravilloso pero también hay adultos», señala Bermúdez de Castro. El codirector recuerda que Australopithecus africanus se designó con un cráneo de tres años incompleto y nadie dudó pero a la paleontología española «se nos exige muchísimo más cuando hemos obtenido 160 restos», señala. Respecto a esas dudas, Bermúdez de Castro cree que «se han ido disipando en estos 18 años y antecessor está presente en cualquier filogenia moderna». Aún así ha sido un trabajo difícil el recorrido para su reconocimiento tras publicar su aparición en el número 276 de la revista Science. Por pedir de regalo de cumpleaños, el padre de antecessor pediría por él «más piezas relacionadas en Europa». Así el cráneo de Ceprano (Italia) resultó no ser tan antiguo, 400.000 años, y de cronologías antiguas tan sólo podría buscarse parentesco con la especie española en el diente de Barranco León (Orce, Granada) o la mandíbula de Sima del Elefante). Así que la búsqueda existencial de antecessor, como cualquier joven de 18 años, sigue su curso.