La PAH señala 150 viviendas vacías de la Sareb en la provincia
Lo hace mediante la campaña ‘La Sareb es nuestra’, una web que cuenta con un mapeo de los pisos vacíos del conocido ‘banco malo’ / 40 de ellos se encuentran en la capital y el alfoz
Hace apenas unas semanas la Plaltaforma de Afectados por la Hipoteca ponía en marcha la camapaña ‘La Sareb es nuestra’ mediante una web, con el objetivo de compartir información sobre las viviendas vacías en manos de la Sareb, conocida como ‘banco malo’, y las herramientas para que dejen de estarlo.«La idea es presionar a la Sareb, que ya lleva tiempo con un montón de casas vacías, con las que se ha dedicado a especular y a venderlas a ‘fondos buitre’», explicó Rodrigo Del Pozo, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Burgos, «con esta campaña queremos recordar a la ciudadanía que ‘la Sareb es nuestra’ por que al fin y al cabo no deja de ser un invento del Gobierno para, con fondos públicos, limpiar los activos de la banca, quitarles las hipotecas de las casas con difícil cobro, casas que luego no se han puesto al servicio de los ciudadanos que no tienen recursos».Con La Sareb es nuestra, la PAH quiere dar visibilización a «la enorme cantidad de pisos vacíos fruto de los desahucios que hay en cada ciudad». En concreto, en la provincia burgalesa, la asociación tiene contabilizadas «unas 150 viviendas» de las cuales, «cerca de 40 están situadas en Burgos capital y su alfoz» .La lista de viviendas es una información publica a la que se puede acceder libremente, «nosotros hemos hecho el ‘trabajo de chino’ de recopilar todos y cada uno de los pisos que se encuentran vacíos en cada una de las provincias» y asegura que «se trata de datos muy poco accesibles, porque estamos convencidos de que su objetivo es que la gente no sepa todo lo que tiene inutilizado». Según la PAH, el número de viviendas vacías alcanza las 33.461 en todo el territorio nacional.En este sentido, Del Pozo hace especial hincapié en recordar que «la PAH no está llamando, con esta campaña, a la ocupación de pisos en su término más clásico, sino a la recuperación de la vivienda de quienes han echado de sus casas», es decir, «se trata de un último recurso para que las personas que están siendo desahuciadas de sus casas, habiendo agotado todas las medidas previas de carencia, dación en pago o reestructuración de la deuda, no se queden en la calle, volviendo a ocupar su propia casa». Del Pozo recuerda que «en todos los casos se hace sin un espíritu de permanencia, no queremos que la familia se conviertan en ocupas clásicos».Para ello, «la ocupación se hace pública, comunicándoselo al banco, a modo de última medida de presión para conseguir negociar un alquiler social a la familia y que ésta resida en la vivienda de forma legal».En los casos en los que no es posible que las personas desahuciadas reocupen su propia casa, por ejemplo, en aquellos en los que la entidad bancaria ya ha vendido el inmueble, «lo que se plantea es reocupar, en primer lugar, un piso del banco que te desahució, o de la propia Sareb, jamás de particulares», comenta el miembro de la PAH Burgos. Del mismo modo, las ocupaciones «también han llegado a desarrollarse de forma colectiva» y es que «en lugar de ocupar casas individuales, cuando existen edificios enteros, siempre de bancos, de la propia Sareb o de entidades públicas, se realiza con varias familias a la vez».La mayor demandaPrecisamente en la capital y sus alrededores es «donde realmente hay demanda de viviendas», de ahí que «solicitemos que los pisos que tiene vacíos la Sareb se incorporen al parque de viviendas muncipal», comenta Del Pozo, «de este modo, se garantiza que haya una entidad como los servicios sociales del Ayuntamiento, que certifiquen que esos pisos van a quienes más los necesitan porque no nos fiamos de los criterios que están siguiendo la Sareb para adjudicar los pocos pisos que está poniendo a disposición de las personas desahuciadas».Critica que los pisos que «ha realquilado la Sareb, hayan sido en pueblos, en los que no hay demanada» y «tans sólo dos en la capital». Asevera que «son sólo medidas cosméticas tanto por parte de la Junta como de la Sareb, quieren dar imagen de que están empezando a hacer algo pero en la práctica vemos que no es real».