El Correo de Burgos

El 20% de la ropa donada a Cáritas llega a sus tiendas

La cultura de la segunda mano atrae cada vez a más público / Prendas con «valor añadido» por su diseño y sus tejidos son seleccionadas para la venta

Varias personas repasaban las prendas seleccionadas para esta ‘venta especial’, ayer, en la sede de Cáritas.-SANTI OTERO

Varias personas repasaban las prendas seleccionadas para esta ‘venta especial’, ayer, en la sede de Cáritas.-SANTI OTERO

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N. E. BURGOS
Burgos

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Detrás de un contenedor de ropa usada hay mucha vida y no solo una segunda oportunidad para decenas de prendas de vestir. La empresa de inserción laboral promovida por Cáritas Diocesana, con el nombre de ‘Arrropa’, que cuenta con una red de 40 contenedores en la provincia (una treintena en la capital), cuenta con 25 trabajadores, muchos de ellos personas que están saliendo de una situación de riesgo de exclusión social gracias a un empleo.

La ropa desechada por muchos supone trabajo, ingresos y una forma de aprovechar un producto de segunda mano que puede venir bien para terceras personas de cualquier condición social.

La cultura de la reutilización va calando poco a poco en la sociedad burgalesa y hay una parte importante de las prendas que tiene salida a través de las tiendas con las que cuenta Cáritas, una en Luis Alberdi y otra en la calle Salamanca.

Este fin de semana ‘Arrropa’ ha realizado por primera vez una ‘venta especial’, para dar a conocer su labor, y dar una nueva oportunidad a la ropa que llega a Cáritas y que tiene un «valor añadido». Como explica Miriam Núñez, técnico de selección de esta empresa, la calidad de la ropa que llega a través de las donaciones, permite que el 20% del producto llegue a los establecimientos de Cáritas, que con esta nueva actividad ha dejado un rincón especial para las prendas ‘vintage’. «El valor añadido de esta ropa está en la calidad de sus tejidos, en sus diseños y en su confección. Muchas son de marcas importantes e incluso algunas tienen la etiqueta, es decir, que no han sido ni estrenadas», precisa Núñez, que destaca que la venta especial de este fin de semana, en la sede de Cáritas de la calle San Francisco, ha tenido muy buena acogida. «Creo que el consumo de segunda mano está en auge y a nosotros nos apetecía hacer esta actividad para acercarnos a la gente en esta sede que tenemos en el centro de la ciudad», explica la técnico de selección, que destaca la calidad de la ropa y la generosidad de los burgaleses que colaboran con el proyecto tanto a través del reciclaje como después en la venta en los establecimientos.

Para culminar este fin de semana, durante el día de hoy se celebrará una jornada de puertas abiertas para seguir difundiendo este proyecto social. De 9.00 a 13.00 horas, las personas que quieran podrán visitan la nave ubicada en el polígono de Villalonquéjar, en la calle López Bravo, 7.

Esta campaña prenavideña, además de poner a la venta prendas seleccionadas, tenía como objetivo poder explicar al público la esencia del proyecto ‘Arrropa’ que comenzó tímidamente con unos pocos contenedores para convertirse en una empresa de la que viven 25 personas en la capital burgalesa. En el año 2013 cuando todavía era un taller de empleo estaban entre 3 y 4 trabajadores, por lo que la evolución en apenas dos años más constata la vida que hay detrás de los contenedores rojos. Para conseguir este objetivo, la red de contenedores se ha ido ampliando. Este año se han sumado seis en la capital y otros seis en Aranda de Duero.«Las prendas de abrigo tienen buena salida»

Comprar un piso de segunda mano o un coche es algo que está a la orden del día. Un comportamiento extendido que hoy nadie se cuestiona, simplemente es habitual. Lo mismo ocurre con la reutilización de libros escolares, de teléfonos móviles o de un ordenador. Lo que a alguien le deja de servir por cualquier circunstancia, puede venir bien a una tercera persona. Esta filosofía va poco a poco calando en relación con la ropa y los complementos.

En la nave de selección de Cáritas se realiza un trabajo meticuloso para que las prendas que llegan a las tiendas interesen a los ciudadanos. Miriam Núñez explica que tras una primera selección se deshecha un 80% de la ropa, que sigue otros canales de reciclaje que reporta otro tipo de beneficios económicos y para el medio ambiente.

El 20% del producto que se puede utilizar sigue un proceso de higienización. A partir de ahí, se etiqueta y se reparte, en función de los pedidos para las cuatro tiendas de ‘Arrropa’ en la provincia burgalesa, dos en la capital y dos más en Miranda y Aranda.

Las prendas que despiertan más interés en Burgos son las de abrigo, «aunque todo es muy valorado en general», explica la técnico. En esta venta especial en la calle San Francisco, se podían encontrar desde calcetines de primera mano a 0,50 euros el par, hasta ropa para esquiar, abrigos de piel y cazadoras de cuero. La variedad es inmensa y lo más caro, entorno a 35 euros, incluye hasta un par de zapatos de ‘Valentino’. La buena acogida de esta experiencia hace pensar en próximas ediciones.

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