Rechazo social al interés político en cerrar el Plan Estratégico

La reunión de la junta directiva y la asamblea de socios de la Asociación Plan Estratégico reflejó la soledad de la decisión política de dinamitar este organismo de consulta y acción ciudadana en la que el Ayuntamiento de Burgos «es un socio más, no puede plantear su disolución» afirmaba el presidente de la Confederación de Empresarios, FAE, Miguel Ángel Benavente. Aseguró que «la posición de los presentes es seguir, está claro que la subvención municipal es importante pero el Ayuntamiento no es quien para decidir si continua o no porque el Plan Estratégico es un organismo independiente del Ayuntamiento y los grupos municipales no pueden tomar ninguna decisión sobre si disolverlo o no». Por ello en la reunión de ayer se acordó que todos los integrantes de la misma realizarán un análisis de la situación y propuestas sobre qué camino tomar por escrito. Éstas llegarán a mediados de enero.

«Se ha dado a conocer la propuesta del Ayuntamiento a los socios, que solo la conocían por los medios de comunicación, y ahora los socios deberán realizar aportaciones sobre el futuro de la asociación», relató su gerente, Mario San Juan, ante los medios de comunicación.

Por parte del Ayuntamiento no compareció el alcalde, que presidía la reunión, ni el concejal responsable, Fernando Gómez, pero sí lo hizo el portavoz del PSOE, Daniel de la Rosa. Aseguró que «la subvención que el Plan Estratégico recibe de la asociación continuará en 2016 haya presupuestos o no, mientras se gestiona el cambio hacia la sociedad de promoción. Evidentemente en 2017 esas aportaciones pasarán a la nueva entidad». Manifestó, ante el rechazo de los socios, que «quiero transmitir la seguridad de que no se va a perder lo hecho, no vamos a dar un paso adelante sin tener el anterior bien fijado y todos están invitados, en la toma de decisiones, a participar a través del consejo social y el brazo ejecutor será la sociedad de promoción en un futuro».

Sobre esta propuesta, Miguel Ángel Benavente aseguró que «vamos a pasar de una subvención totalmente altruista a algo que va a estar controlado por el Ayuntamiento o quien el Ayuntamiento decida porque va a ser una sociedad y hará lo que decida su consejo de administración. Esto es una asociación donde están los miembros y la junta general. Decimos que buscamos fantasmas con sociedades paralela y resulta que lo que no lo es lo que remos convertir en...».

Entre las propuestas que saltaron sobre la mesa es que «la aportación de todos los miembros integrados en el plan es gratuita y el Ayuntamiento aporta una subvención como a cualquier otra asociación cuyo trabajo repercute en beneficio de la ciudad». Señaló que «esos servicios que se prestan son gratuitos, el Ayuntamiento podrá decidir retirar la subvención pero igual ahora hay que cobrar los servicios que se prestan y si se hubiera hecho antes probablemente tendría más liquidez y autonomía de la que pudiera tener ahora». Analizó las cifras estableciendo que los 3,8 millones de aportaciones municipales al trabajo del Plan Estratégico se han traducido en subvenciones para la ciudad por valor de 15 millones. Aseguró que la opinión mayoritaria es «que lo que funciona continúe, igual hay que reorganizar la estrategia pero lo necesario es continuar».

En la reunión, convocada justo antes de una fecha festiva como Nochebuena, no participaron los 53 socios pero sí alrededor de 35 entre los que se encontraban los responsables de empresas como Campofrío o Bridgestone así como Caja Rural, Fundación Caja de Burgos, asociaciones profesionales de arquitectos, médicos, aparejadores, comerciantes, hosteleros y organismos técnicos como el Instituto Tecnológico de Castilla y León, el Instituto de la Construcción de Castilla y León o el Centro Europeo de Empresas e Innovación, entre otros.